El doctor en Estructuras, Alejandro Calderón Landaverde, destacó que en teoría debe ser normal que se registre un leve movimiento en los edificios, los que incluso se mueven varios centímetros, movimiento que está calculado y es normal; y calificó como más riesgosa una estructura que no se mueva, por la rigidez que puede esconder fallas sin alertas previas.
Aclaró que las estructuras pueden ser de acero o concreto; en zonas sísmicas como la Ciudad de México, porque es más dúctil, y es lo que han llevado a los estudios en la Capital del país. Mientras que en Chihuahua, donde es una zona no sísmica, también se puede usar el concreto.
El doctor Alejandro Calderón es ingeniero civil, tiene una maestría en Ingeniería de Puentes, en la Universidad de Surrey, en Inglaterra, y un doctorado en Estructuras, por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Imparte las materias de Diseño de Puentes y Supervisión de Puentes.
Así mismo, señaló que “En ciudades como Chicago, que hay edificios muy altos y hay mucho viento, los edificios se llegan a mover. Ahí es depende del cálculo que se haga, y se plantea el desplazamiento. Todas las estructuras se deben de mover, una cantidad delimitada. A una estructura que no se mueva, hay que tenerle más cuidado, porque si no se mueve, quiere decir que tiene mucha rigidez y puede tener una falla, sin que dé señales de alerta previas”, añadió.
Para determinar cuándo hay un mal comportamiento en la estructura de algunos edificios, se debe realizar una ingeniería forense, lo que podría explicar si hay un mal cálculo, mala construcción, o deficiencias en el mantenimiento.
“No se puede decir a simple vista que una estructura falla por algo, si no se hace una ingeniería forense. A los edificios y cualquier obra, deben tener una etapa de cálculo, construcción y mantenimiento; y cada una debe estar bien hecha y supervisada. No podemos decir que una estructura falla, nada más por decirlo. Se tiene que analizar el motivo de la falla. La ingeniería forense va a determinar por qué puede fallar una estructura, cuando sucede algún percance”, dijo.
Por otra parte, mencionó que cuando se hacen los cimientos hay que hacer estudios de suelo, con mecánica de suelos, en el que se determine el tipo y la resistencia que éstos tienen. En base a eso, se calcula y se diseña la cimentación, en lo que hay que seguir un proceso.
También intervienen los pesos de la estructura y con esa información se debe calcular la cimentación adecuada. También hay factores externos, como si pasa agua por el lugar, entre otros, que en total suman muchos factores los que intervienen, entre otras muchas variables.
“Hay que concientizar a los usuarios de que hay que hacer buenos proyectos, que muchas veces no se quieren pagar buenos proyectos, que lleva a una mala ejecución de obra. No estoy diciendo que sea el caso de ninguno en específico, pero sí hay que concientizar a la población a hacer un buen proyecto”, finalizó.
