Durante el mensaje inaugural de la Convención Nacional Ganadera 2023, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, destacó que “habrá larga vida para este proceso de transformación que se ha iniciado”, con el gobierno del actual mandatario, Andrés Manuel López, del cual dijo ganó “democráticamente por una inmensa mayoría”.
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Ante estos comentarios, el funcionario se ganó la rechifla de los asistentes, quienes a su vez lanzaron diversas insignias de reclamo ante el actuar de Morena en el gobierno y exigieron que emitiera el mensaje en torno al evento en lugar de dejar de manifiesto sus intereses políticos.
Siguiendo con su discurso, López Hernández enfatizó en que el país requiere de unidad en lo fundamental y no en la defensa de los intereses particulares, y aseveró que, actualmente, se tiene una política pública en materia del campo, la cual explicó es diferente a la que se contaba anteriormente “y que seguramente no volverá”.
Reconoció a los ganaderos de Chihuahua, describiéndolos como “ganaderos de a deveras” toda vez que han enfrentado todo tipo de adversidades a lo largo de la historia logrando construir “posiblemente la mejor ganadería del país”.
Reconoció que sí existen diversos problemas actualmente, como el de la escasez de agua, del cual señaló que el discurso de la defensa de este recurso fue de un monopolio; sin embargo, aseguró que ya se empezó a resolver gracias a una fuerte inversión de la federación a fin de impulsar la infraestructura en las diversas entidades.
Desarrolló que, lo que sigue es la etapa de la consolidación de la infraestructura hidráulica que permita transportar agua suficiente para el consumo humano, industrial y agrícola “en Tamaulipas, en Nuevo León y en parte de Coahuila”.
En cuanto a Chihuahua y Sonora, comentó que se pretende construir un acueducto con plantas desalinizadoras “que permitan transportar el agua de la zona de Guaymas hasta los grandes centros” y, de esa manera garantizar que el país vuelva a sufrir por la escasez del vital líquido.
Asimismo, comentó que están considerando revisar el Tratado de Aguas de 1944, el cual fue firmado con Estados Unidos, pues, pese a que en su momento fue lo más conveniente, alegó que hoy las necesidades son distintas, por lo cual se obliga a modificarlo.
