“Los malandros deben ser nombrados como terroristas porque siembran el terror, hacen lo que quieran con la gente”, dice el activista Adrián LeBarón, a cuatro años de la masacre de Bavispe, en la que nueve integrantes de su familia y su comunidad —seis menores de edad y tres mujeres entre las que estaba su hija, Rhonita Miller— fueron asesinados por un grupo del crimen organizado.
En entrevista con El Heraldo de Chihuahua, el también activista aclaró que con la figura de terroristas México podría acceder a recursos y apoyo internacional, aunque reconoció que implica un costo político y afectaría las relaciones bilaterales.
“Ya habíamos presentado un recurso en Dakota del Norte y queremos que México lo haga también, pero sabemos que tiene un costo político y que afecta a los tratados internacionales que es el motivo por el cual no avance esta propuesta”, comenta Adrián LeBarón.
Desde el asesinato de su hija Rhonita, Adrián LeBarón intensificó su trabajo como activista en temas de seguridad, desde donde plantea la necesidad de una colaboración entre autoridades de Estados Unidos y México para investigar a los cárteles.
“Ahora por una desgracia estamos aquí, le damos voz a mucha gente que busca justicia; optamos por entrar y tenemos cuatro años exigiendo que las cosas mejoren porque no sólo es el caso de la masacre LeBarón, sino que existen cientos de casos en donde familias enteras esperan conocer una respuesta y recibir una adecuada justicia”, comenta.
A cuatro años de Bavispe
Adrián LeBarón plantea la necesidad de una colaboración entre las autoridades de Estados Unidos y México para investigar a los cárteles mexicanos, comentó en entrevista y dijo que ya ha presentado solicitudes formales en el Senado de Dakota para que estos delincuentes puedan ser designados como terroristas. La iniciativa se da a cuatro años de la masacre de la familia LeBarón en los límites de Chihuahua y Sonora. Asimismo, señaló con esa figura, y por el delito de terrorismo, México podría acceder a recursos y apoyo internacional.
Cuatro años han transcurrido desde la trágica masacre de niños y mujeres en los límites de Chihuahua y Sonora. En este periodo, Adrián LeBarón y su familia persisten en su búsqueda inquebrantable de justicia. Desde el doloroso fallecimiento de su hija Rohnita, Adrián se ha destacado como uno de los activistas más destacados en México y hasta la fecha, su único anhelo sigue siendo contribuir a la construcción de un país mejor.
“Ahora por una desgracia estamos aquí, le damos voz a mucha gente que está en búsqueda de una justicia, optamos por entrar y tenemos cuatro años exigiendo que las cosas mejoren, porque no sólo es el caso de la masacre LeBarón, sino que existen cientos de casos donde familias enteras esperan conocer una respuesta y recibir una adecuada justicia”, comentó el activista.
Desde 2019 hasta 2023, un total de 36 individuos han sido detenidos por su presunta relación con la conocida masacre LeBarón. Sin embargo, Adrián sostiene que ninguno de ellos ha sido condenado por los eventos que ocurrieron hace cuatro años. Destaca que sólo una persona, Fidencio González Esparza, conocido como El Janos, ha recibido una sentencia, aunque ésta no está relacionada con la muerte de las nueve personas en el trágico ataque armado, sino por el delito de delincuencia organizada.
“Después de cuatro años, estamos haciendo el aniversario luctuoso en el Senado de la República por lo significativo que es. Durante el primer año, estuvimos viendo cómo iban deteniendo a los involucrados, estamos colaborando con ellos para que las cosas puedan mejorar”, comentó.
El activista plantea serias preocupaciones sobre la justicia en relación al ataque armado que perpetró el llamado Cártel de Juárez, quienes han sido señalados por la Fiscalía General de la República (FGR) de haber perpetrado el ataque en los límites de Sonora.
La masacre de la familia LeBarón ocurrió el 4 de noviembre de 2019, cuando presuntos miembros del crimen organizado atacaron y dieron muerte a nueve mujeres y menores de edad pertenecientes a la familia méxico-estadounidense de credo mormón, esto mientras circulaban en las inmediaciones de la comunidad de La Mora, municipio de Bavispe, en el extremo noreste del estado de Sonora y muy cercano a sus límites con el de Chihuahua.
Cuatro años después de la tragedia, Adrián LeBarón ha planteado la necesidad de una colaboración entre las autoridades de Estados Unidos para investigar a los cárteles mexicanos. Ha presentado solicitudes formales en el Senado de Dakota para que estos delincuentes puedan ser designados como "terroristas".
“Ha sido un tanto desgastante, pero estamos cumpliendo con un juramento que me hice a mí mismo y ante el pueblo, y ante Dios, de encontrar la verdad, que es parte de la justicia y las razones, así como algún tipo de relación del daño, la justicia la estamos encontrando en el camino”, agregó.
Pero también aclaró que con esa figura, y por el delito de terrorismo, México podría acceder a recursos y apoyo internacional, aunque reconoce que también implica un costo político y afectaría las relaciones bilaterales, que motivaron a que esta propuesta no avance.
Adrián LeBarón insiste que al menos 100 personas son las que habrían participado en la masacre de su familia, de los cuales menos de 40 ya están capturados, pero destaca que el resto sigue aún operando en la región noroeste del estado de Chihuahua, así como otros que lograron escapar a los Estados Unidos.
Dijo que el número de 100 pistoleros lo ha obtenido gracias a las decenas de audiencias a las que ha tenido acceso, donde los presuntos criminales, como los mismos agentes investigadores de la Fiscalía General de la República, nombran a un listado de personas que estuvieron en el lugar del ataque armado.
Entre los nombres más relevantes que figuraban en las investigaciones, según refiere, se encuentran algunos líderes criminales como Francisco A.M. El Jaguar, quien es un líder criminal que opera en la zona de Madera en Chihuahua y quien también tiene una amplia zona de afluencia en Sonora.
Otro más de los que recuerda, es Roberto G.M. El Mudo o El 32, otro presunto líder criminal que operaba en la región noroeste para el mismo grupo criminal del Cártel de Juárez, y quien por años tenía la organización de este grupo armado que se encuentra cercano a la zona fronteriza con Estados Unidos.
De igual forma, entre los detenidos, Adrián LeBarón destacó la captura de Freddy C.R. El Tolteca, que es una pieza principal de un cártel de Sonora, el cual tenía influencia en el estado de Chihuahua y quien incluso había negociado una alianza con el Cártel de Juárez, junto con Rafael Caro Quintero, previo a la masacre.
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El activista compartió que, a pesar de estar buscando justicia por la pérdida de su familia, con el tiempo también se ha solidarizado con el deseo de que todas las familias en México puedan obtener justicia ante las numerosas muertes y desapariciones que ocurren a diario en el país. Esto lo ha impulsado a unirse a diversas causas en la nación y a mantener su compromiso activo en pro de la paz y la seguridad.
A cuatro años, Adrián LeBarón reconoce que se ha avanzado en el caso, al sacar a 36 delincuentes de las calles, pero insiste que es necesario ir por las sentencias en el homicidio de los niños y mujeres, pues incluso conoce de videos y evidencia de la forma en que quemaron las camionetas y cuando dispararon en más de 3 mil ocasiones en su contra.
Un año después de la masacre LeBarón y tras los diversos delitos de los que han sido víctimas, en 2020, iniciaron un proceso de autodeterminación con el objetivo de establecer un autogobierno en la comunidad ubicada en el municipio de Galeana. Esto les permitiría defenderse, administrar sus recursos y llevar a cabo lo que denominan una verdadera procuración de justicia.
Hasta el momento, esta propuesta ha llegado a diferentes instancias, pero ninguna de ellas ha determinado que la comunidad de LeBarón pueda considerarse un autogobierno o una comunidad con autonomía para regirse según sus usos y costumbres, autodefenderse y gestionar otros asuntos como una entidad distinta.
