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“Por favor apóyame soy emigrante”, se lee en un cartón viejo que sostiene Jean Carlo y su padre del mismo nombre, ellos son de origen colombiano y desde hace tres días se encuentran en la ciudad. Buscan llegar a la frontera y por ello salieron al centro de la ciudad a pedir dinero.
Ellos viajan en un grupo de 8 personas, sólo tres adultos, el resto son dos adolescentes de 15, un niño de 10, otro de 8 y el pequeño Jean Carlo de 4 años, decidieron a salir a la calle para hacer “trabajitos” o pedir dinero.
Aunque hay muchas personas que les ayudan, hay otras que los agreden y les gritan “¡Estás muy joven, ponte a trabajar!” Ayer con todos los trabajitos que hicieron y el dinero que pidieron los niños lograron juntar 500 pesos, con ello pudieron comprar comida y guardar el resto para juntar para el pasaje.
“Hay hombres que nos ofrecen dinero, pa.. paa.. siempre hay pervertidos” señala el joven padre, a su esposa que es de origen Venezolano también le ofrecen dinero a cambio de sexo.
Aunque relatan que de la CDMX a Chihuahua hicieron el trayecto en tren, en Chihuahua les dijeron que ya no podían seguir en “la bestia”. En el campamento les informaron que los autos les cobran mil 500 pesos por persona, un dineral.
Jean Carlos se la ha pasado enfermo, por ello han detenido su marcha en reiteradas ocasiones. Luego la migra los bajo a Torreón, Coahuila, donde les quitaron los dos teléfonos que traían para comunicarse con la familia que se quedó en su país de origen.
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“Antes lo más cabrón era pasar por la selva, ahora es pasar por México, es lo más difícil”,relató que antes de llegar a Tapachula es muy peligroso, aunque en la selva pasamos dos días sin alimento.
Jean Carlo comentó que otros migrantes que están en el campamento que se ubica en la avenida Juan Pablo II les recomendaron venir al centro de la ciudad, porque la gente apoya y además les dan trabajo.
Ayer estuvieron en la Independencia y Aldama.
