El Padre Javier Ávila, reconocido sacerdote jesuita, ha expresado su profunda consternación por los recientes acontecimientos de violencia que se registraron en el municipio de Guachochi, por lo que compartió su preocupación por la creciente inseguridad y la profanación de espacios sagrados en la región.
"Es muy lamentable este acontecimiento que acabo de enterarme, es un enfrentamiento entre dos grupos. La gente está muy asustada, lamentando la inseguridad tan descarada que sigue habiendo en el estado, es una inseguridad impresionante. No sé dónde están las autoridades o qué están haciendo al respecto, porque la gente está asustada y ya no respeta ni lo más sagrado que tenemos nosotros, que es el espacio del templo", declaró el Padre Ávila.
El sacerdote, destacó que México es un pueblo religioso, sin importar la denominación de la iglesia, y expresó su preocupación por la invasión y profanación de los espacios sagrados. Considera que esto es un grave problema, ya que afecta uno de los aspectos más importantes para la comunidad que es la vida espiritual y la relación con Dios.
El Padre Ávila también recordó que esto se da un año del homicidio de sacerdotes en Cerocahui, que murieron a manos de un grupo criminal en Urique. Afirmó que la falta de detención de los responsables y la existencia de grupos delictivos que siguen operando sin ser tocados es sumamente preocupante. "Esto es un signo de barbarie y una ineptitud para perseguir a los delincuentes y generar la justicia. Hay una impunidad ofensiva en nuestro estado", denunció.
También manifestó su profunda decepción ante la falta de paz, tranquilidad y justicia en la región. Señaló que la impunidad sigue prevaleciendo, permitiendo que personas involucradas en actos criminales caminen libremente por todo el estado. "Es muy grave lo que está sucediendo en Guachochi, no es solo por lo importante del pueblo, sino porque todos merecemos respeto, paz y tranquilidad", expresó.
Finalmente, pidió a las autoridades estatales a aceptar el diálogo y a tomar acciones concretas para combatir la inseguridad. Aunque reconoció que se han llevado a cabo conversaciones, lamentó que no se hayan obtenido resultados positivos hasta el momento. "Las cosas no solo no mejoran, sino que empeoran", concluyó el Padre Ávila.
Insistió que los acontecimientos de violencia siguen estando presentes en las comunidades serranas del estado, y cuestionó sobre la participación de las autoridades, que no han podido con la tarea de reducir estos indicadores, principalmente en las zonas alejadas del estado y donde mayor presencia existe de estos grupos criminales.
Comentó que la sociedad se encuentra sumergida en una angustia y el clamor de una comunidad que se encuentra sumida en el temor y la incertidumbre, todo entrado en un contexto donde la violencia y la impunidad continúan socavando los cimientos de la sociedad, dejando en evidencia la necesidad urgente de tomar medidas efectivas para restaurar la paz y la seguridad en el estado.
“Eso se suma como te decía, es un signo de barbarie y es una ineptitud para perseguir a los delincuentes, una ineptitud para generar la justicia, sembrar la paz en nuestro estado, hay una impunidad ofensiva, sigue habiendo una impunidad ofensiva, porque, ¿cómo es posible? de veras que se llegue hasta esos espacios, como te digo, son espacios muy sagrados, se le toca al pueblo algo que es muy muy importante en el pueblo, claro que es lo espiritual lo religioso, un Dios en el que creen, un espacio en donde ellos se encuentran con su Dios” refiere.
Es de mencionar que entre las 11:00 horas del 5 de junio, se registró el ataque armado en el municipio de Guachochi, según atendieron elementos de la Fiscalía General del Estado, quienes posteriormente llevaron a cabo un operativo en conjunto en el municipio de Guachochi, en la comunidad de Santa Anita, donde encontraron a un sujeto sin vida, más de 700 cartuchos percutidos, un vehículo incendiado y una iglesia con múltiples detonaciones de arma de fuego.