“Soy una mamá desesperada por ver y tener a mis niñas a salvo, ya no tengo miedo y alzo la voz por mí y por cada una de las mamás que estamos pasando por esta situación, yo exijo que alguien revise nuestro caso”, enfatizó Mabelly Alejandra Aguirre Gallegos, quien es víctima de violencia vicaria, en este caso, la presunta agresora es su madre biológica, quien desde el 2019 la mantiene alejada de sus pequeñas hijas de 11 y siete años de edad, a quienes las “envenena” diciéndoles que su madre las abandonó.
La agonía y el dolor de Mabelly se agudizaron en noviembre de 2018, cuando interpuso una denuncia por abuso sexual en contra de su hermana, tras violentar a una de sus hijas. Denuncia que no ha sido procesada por la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia.
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Cuando enfrentó a su madre y a su hermana, sólo recibió amenazas: “Si continúas, te voy a quitar a tus hijas”. La violencia vicaria no sólo la ejerce la expareja, sino personas que buscan dañar a la mujer a través de sus hijas, como en este caso, pues Mabelly sufrió violencia física y psicológica por parte de su madre, y cuando ya no la tuvo cerca buscó la manera de seguir violentando y vivir de la pensión que los padres deben aportar.
Para enero de 2019, la amenaza se cumplió, cuando llegaron a su hogar un actuario, la policía y su madre, sin siquiera recibir algún emplazamiento le arrebataron a sus hijas porque la madre la denunció por violencia familiar. Mabelly contaba con dos meses de embarazo.
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Tras tres años se les realizaron periciales psicológicas a las niñas, las cuales evidencian la manipulación que ejerce la abuela, ya que mienten en un alto porcentaje cuando dicen que Mabelly les pegaba. La pericial de la abuela de nombre María arroja que es una persona manipuladora y tiende a hablar mal a las niñas de sus padres, pero el juez no le dio importancia.
Hace un mes, el juez Jaime Acevedo Maldonado, del Juzgado Cuarto de lo Familiar, nunca le permitió presentar pruebas, rechazó a sus testigos y la mandó a talleres para padres, tampoco aceptó el dictamen de la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, que les realizó exámenes a las niñas y los resultados no arrojaron ningún tipo de violencia, pero sí mostraron apego hacia Mabelly y su esposo.
Mabelly pide la revisión de su caso pues el juez antes mencionado le concedió la patria potestad a la abuela, sin haberla solicitado, “Estoy muy inconforme, siento que porque mi mamá tiene amistades en el Tribunal la están ayudando, no entiendo por qué el juez está actuando parcialmente, porque hay pruebas de que mis hijas vivían bien y estaban contentas, teníamos una familia estable y ahorita no tengo nada, ni llamadas ni contacto con ellas”.
Cada vez que Mabelly levanta la voz para denunciar la situación recibe amenazas, ya sea de la pareja de su madre o de conocidos, le exigen que deje de hablar o se va a meter en problemas.
Mabelly exige que alguien revise su caso, porque hay muchas pruebas y todo ha favorecido a la abuela, ello a pesar de que el personal del Tribunal constató la manipulación de la que son objeto las niñas.
“Para el juez han sido más importantes los chismes y la acusación falsa que hizo mi mamá en mi contra, que un abuso sexual, no le está dando importancia a la situación”.
La madre de Mabelly no trabaja, vive de la pensión de las niñas, ya que al padre le fijaron una cantidad de alrededor de 20 mil pesos al mes y a Mabelly de 3 mil pesos porque no trabaja.
“Esperemos que las autoridades, por favor, se pongan a hacer las cosas que les corresponden, están dañando las infancias y a futuro va a tener consecuencias”.
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