Alrededor de 50 personas en situación de movilidad permanecen en el campamento ubicado al sur de la ciudad, hasta donde la gente de buen corazón llega a compartir comida con estas personas que buscan llegar a los Estados Unidos de América. Hay otros que solo les comparten basura, ropa vieja y en mal estado, que al final de cuentas, queda esparcida por donde pasan los migrantes.
El campamento se ubica a un costado de una tienda de conveniencia ubicada en el bulevar Juan Pablo II, a escasos metros de las vías ferroviarias y de los patios de Ferrocarriles de México, medio de transporte en el que llegan a esta ciudad.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
En días pasados se llegaron a contabilizar alrededor de 200 migrantes en este campamento, donde la tienda de conveniencia se vio en la necesidad de cerrar ante la cantidad de personas que se alojan en casas de campaña o refugios improvisados, que otros migrantes van dejando a su paso por esta capital.
Con el paso de los días, la cantidad de personas va modificando, dado que muchos encuentran la manera de irse, ya sea en auto, en el tren o hasta de aventón, sobre todo las personas adultas que viajan sin familia.
Hay otros que permanecen en el campamento durante algunos días, pues afirman que el trayecto desde Honduras, Guatemala, Venezuela, es muy cansado. En el campamento improvisado permanecen las personas que buscan la manera de subir al tren, sin embargo, saben que arriesgan su vida, dado que han sufrido varios tipos de violencia por parte de cuerpos policiales federales, guardias de seguridad de Ferromex y de agentes del Instituto Nacional de Migración.
En este campamento se tejen diversas historias, algunas de dolor y mucho sufrimiento al ser víctimas de violencia, otros se lanzaron en el tren para buscar una mejor oportunidad de desarrollo ante las nulas oportunidades que encuentran en sus países, muchos otros y otras a pesar de contar con estudios y de contar con empleo en su país tienen que moverse porque no les alcanza para comer.
Hay muchas personas que empatizan con la situación por la que atraviesan estas personas en situación de movilidad y acuden al campamento para brindarles comida. Este domingo, una pareja acudió a brindarles burritos y refresco.
A la zona también llega mucha gente que les lleva ropa, juguetes y zapatos, sin embargo, no todo está en buenas condiciones, más bien buscan deshacerse de la ropa que ya no quieren, por lo que en ocasiones, esa ropa termina en el basurero.
Ello sólo incrementa la basura que se genera en el sitio, donde además, no se cuentan con las condiciones necesarias para que las personas realicen sus necesidades básicas y es un foco de infección.
A lo largo del día, a las personas migrantes se les ve caminando por el bulevar en busca de una ruta para llegar a Ciudad Juárez en busca de ese sueño americano, dado que las revisiones en los patios de Ferromex les impiden subir al tren en ese punto de la ciudad.