“Yo no creo en eso, sólo en Dios”, alcanzó a decir Jesús Ortiz, un hombre joven originario de Batopilas que dormía despreocupado junto a un altar erigido por desconocidos en honor a la llamada “Santa Muerte”.
“Aquí estaban dos catrachos cuando yo llegué”, explicó a El Heraldo de Delicias cuando el entrevistado fue sorprendido durmiendo en esa tapia, lugar que fue en el pasado un expendio de bebidas y hoy luce abandonado y es refugio de gente que no tiene dónde pernoctar.
Ubicado en un camino de terracería en la parte posterior de la zona de centros comerciales y a 200 metros de una universidad privada -en colonia Lotes Urbanos-, el local fue descubierto por Bomberos que acudieron a sofocar un siniestro en el interior el pasado sábado. Son sólo dos cuartos abandonados con vestigios de basura de gente que se aloja allí. En el exterior hay un crucifijo quemado.
En uno de los cuartos, junto al cuerpo de Ortiz que duerme ante el frío matutino, fue colocado un altar a la “Santa Muerte”.
Allí de fondo hay una pinta de una calavera con guadaña, a sus pies una veladora con la imagen de San Judas Tadeo, una canasta de mimbre, en cuyo interior haya colocadas piedras, una charola de lámina sobre la cual hay un muñeco de plástico y una cuchara, piedras con pintura roja, simulando sangre y cerca una figura en color verde la llamada “Santa Muerte”.
El reporte de Bomberos señala que presuntamente allí en ese sitio se realizaban rituales y esoterismo.
“Yo no creo en eso”, dice Jesús Ortiz, quien se acomoda sobre los cartones y la cobija ligerita.
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