Un total de 235 lotes son los que se encuentran ocupados en el Panteón Colina por bebés y niños, para los cuales se tienen dos diferentes secciones en el cementerio antes mencionado, las cuales se pueden identificar por los juguetes que decoran las tumbas de los menores.
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Pese al dolor que representa la muerte de los hijos, especialmente a temprana edad, las tumbas en las que reposan los restos de los recién nacidos, en su mayoría, se distinguen por los colores, globos, juguetes y todo lo que caracteriza a las infancias.
Pese a que la mayoría ya tienen algún tiempo ahí, se puede observar una tumba que es reciente, pues la tierra del lote se encuentra tapada todavía con las coronas florales a la espera de que se coloque la lápida.
Este miércoles aún se observaban varias tumbas con los juguetes que permanentemente tienen como decoración de las tumbas y las cuales fueron colocadas por sus padres y familiares al momento de su entierro, pero no hay muestra de visitas recientes en el marco de esta celebración.
Sin embargo, los trabajadores del cementerio comentan que por la temprana hora y debido a que este no es día inhábil oficial, aún no se observan muchos arreglos florales, pues la mayor afluencia de visitantes se espera para este jueves 2 de noviembre.
Cabe mencionar que este 1 de noviembre, al ser igualmente el Día de todos los Santos, se recuerda a los niños que murieron a temprana edad, pues de acuerdo con las creencias, al tener un alma pura llegan directo al cielo y logran alcanzar la santidad.
Por lo anterior, es igualmente muy común observar como parte de las decoraciones de las tumbas de los infantes algunas esculturas de ángeles durmiendo en sus alas o figuras similares que hagan alusión a que son en honor a personas pequeñas.
Aunque son pocas las lápidas en las que se contienen fotografías de los pequeños que perdieron la vida en sus primeros meses y años de vida o durante la gestación, el ambiente en ese apartado del panteón se torna aún más nostálgico por las otras decoraciones que contienen y que fueron anteriormente descritas.
Asimismo, ese ambiente de tristeza se incrementa en esos espacios de los cementerios, debido a lo que representa, pues en estos casos, más que recuerdos sobre la vida de la persona fallecida son ilusiones sin concretar lo que queda, por lo que tanto a propios y extraños les causa un estrago visitar esas tumbas.
