Las empresas exportadoras como son las maquiladoras, reciben menos pesos por sus ventas que tienen en el exterior debido al superpeso, ya que ahora necesitan más dólares para cubrir nómina, impuestos y gastos, lo que incrementa sus costos de producción, señaló el vicepresidente de Maquiladora y Zonas Fronterizas de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (Canacintra), Jesús Manuel Salayandía Lara.
Consideró además que, mientras que el peso siga ganando terreno frente al dólar, puede bajar el atractivo de México como destino de inversión, ya que las empresas necesitan más dólares para poder cubrir sus costos de producción.
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En las últimas semanas, el peso frente al dólar se ha comportado a la baja al llegar a 16.20 a la compra y 17.20 a la venta en la mayoría de las casas de cambio en la ciudad.
“Las exportaciones mexicanas y el turismo extranjero se encarecen y la rentabilidad de la inversión extranjera se reduce y el monto de las remesas en pesos, pues también baja, entonces desde ese punto de vista no está tan bien que tengamos el peso tan abajo”, señaló.
Salayandía Lara mencionó que desde el punto de vista de beneficio, que el peso esté fortalecido, se reduce la presión inflacionaria, se favorece las importaciones y a los consumidores y se reduce el precio de los viajes al extranjero.
Agregó que, este tipo de cambio está muy por debajo a lo que debería de estar, que debe de estar en un rango entre 20 a 20.30 pesos por dólar y también es importante tener claro que se debe a condiciones de mercado, no es algo que esté haciendo México extraordinariamente para tener el peso abajo.
Por su parte, el presidente de Coparmex, Mario Cepeda, consideró que el que exporta le está afectando negativamente, ya que se está encareciendo la inversión en el país para extranjeros.
Mientras que a los que deben en dólares se ha abaratado el pago de la deuda: “si importamos, pues también se han abaratado los costos, lo que puede ayudar a controlar la inflación, pero ocasionar que se deje de consumir producto nacional”.
Señaló que a nivel frontera puede ocasionar fuga de compradores hacia el Paso Texas y que los americanos dejen de consumir de este lado de la frontera. Lo óptimo es que exista una paridad de equilibrio para que no afecte a alguna de las partes.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Juárez
