Cuauhtémoc, Chih.- La mayor parte de la comunidad menonita sigue recibiendo la educación tradicional en escuelas ubicadas en los campos, sin embargo, recurren al Instituto Chihuahuense de Educación Adulta para certificar sus conocimientos y poder contar con papelería oficial que les permita seguir con su formación académica.
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Inglés, español y alemán bajo son los tres idiomas que los niños menonitas aprenden en las escuelas ubicadas en los campos, ahí cuentan con maestros de la misma comunidad, quienes les enseñan asignaturas similares a las de la escuela oficial, pero incluyen otras relacionadas con sus costumbres y religión.
Por ejemplo, un niño menonita es instruido desde la educación básica en el llenado de un pagaré, un cheque y otros documentos, que estarán presentes en la vida cotidiana, de muchos de ellos, al dedicarse a la agricultura por contrato.
El sistema es de tiempo completo, pues el estudiante permanece en la institución hasta después de las dos de la tarde, con un tiempo para recreo que aprovechan para jugar en el patio de la escuela. Cuentan además con sistema de transporte, que pasa por los niños en las mañanas y los regresa al término del día.
Debido a que cuentan con una formación que incluye un esquema un poco diferente al plan de la Secretaría de Educación Pública, los menonitas que desean certificar su avance escolar, lo hacen a través del ICHEA, que permanentemente realiza campañas de aplicación de exámenes, con lo que logran obtener documentación oficial.
Katharina Dyck Dyck, estudiante del Campo 116, así como Stacey Kay Wieler Fehr, quien vive en el Campo 66, ubicados a 90 kilómetros de Ciudad Cuauhtémoc, son dos niñas menonitas que asisten a los grupos de estudio del Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA) para regularizar su educación primaria.
Ambas acuden a la Escuela Comité donde cursan el nivel intermedio como parte del “Programa 10-14” que atiende a niñas, niños y jóvenes menonitas para que concluyan su educación básica.
Katharina y Stacey son alegres, de carácter agradable y sencillo; dominan tanto el lenguaje como la escritura en tres idiomas: inglés, español y alemán, que estudiaron en las escuelas menonitas.
Todos esos conocimientos los aplican en el ICHEA, institución que después de evaluarlas, emite el certificado oficial para que puedan continuar su educación hasta el nivel profesional que requieran.
Stacey Kay dice que uno de sus sueños es ser maestra y ayudar a su comunidad para que más personas concluyan la educación primaria y secundaria, principalmente, para después motivarlas a seguir preparándose académicamente.
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