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Hace 35 años no se registraba un faltante de lluvia como ha sucedido este 2020 y el volumen útil no llegará a 650 millones de metros cúbicos, por lo que Chihuahua enfrentará una emergencia con dificultad en la producción de alimentos y de consecuencias incalculables.
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Lo anterior lo dio a conocer el gobernador Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua, al comparecer ante el pleno del Congreso del Estado por la situación que prevalece en las presas, donde el conflicto entre el estado y la federación se ha incrementado y se ha registrado una escalada de descalificaciones.
En su primera intervención aseguró que Chihuahua ha aportado y sigue aportando agua para el pago del Tratado Internacional de Agua, sin embargo la inequidad en la distribución de la carga entre los estados tributarios al Tratado, la falta de gobernanza en la Cuenca del Río Bravo, el pésimo manejo de las presas internacionales, la corrupción en Conagua (endémica), la falta de medición precisa y a tiempo de los volúmenes y la falta de transparencia en la información por parte de CILA, ha marcado la pauta del conflicto que ha dejado como saldo la militarización de las presas y el homicidio de Jessica Estrella Silva Zamarripa.
El mandatario señaló que desde el 28 de julio, expresó al presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de una carta, su disposición de colaborar para el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 y le exponía una serie de posibles soluciones, las cuales no fueron atendidas. A la fecha, ni la misiva ni el gobernador reciben respuesta.
En la misiva le expresó que para encontrar una solución integral al conflicto del agua en Chihuahua, se requería poner fin a la controversia por la falta de información fidedigna, en términos de contabilidad, de almacenamiento, escurrimientos, desfogues y entradas de agua en las presas de la cuenca del Río Bravo.
Señaló que en dicha carta expuso la urgente necesidad de para poner fin al robo de agua mediante aprovechamientos irregulares a lo largo de toda la cuenca del Conchos. “Se trata de una especie de huachicoleo del agua, mediante el tendido de redes que riegan superficies no autorizadas ni concesionadas, bajo la vista gorda de la Conagua”.
Propuso un operativo extraordinario de vigilancia permanente por parte de la Comisión Nacional del Agua y la Guardia Nacional para que durante el trayecto del agua al río Bravo no se desviara para otros fines, así como ajustar a su volumen a las 38 concesiones de usuarios de riego que se encuentran en ese tramo para evitar aprovechamientos excesivos.
A lo largo de su comparecencia ante los legisladores locales, aseveró que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido mal informado sobre el conflicto de agua, lo que ocasionó la militarización de las presas; a la vez que argumentó que a AMLO le informaron que los productores querían extorsionar a la federación con un monto de 6 millones de pesos.
La militarización ha causado el encono de los pobladores y productores de las región, a quienes incluso se les ha estigmatizado y atacado.
La baja precipitación pluvial que registra Chihuahua y coloca al estado en sequía extrema, aunado a la extracción del agua de las presas, la situación por la que se atravesará en 2021 será muy compleja y de extraordinaria emergencia.
Manifestó que no se podrá asegurar el 100% de los derechos concesionados de agua en los tres distritos de riego de los que dependen 11 mil 725 productores, ya que para el año que entra la capacidad o el volumen útil de las presas no llegará a 650 millones de metros cúbicos. Este 2020 se destinaron mil 200 millones de metros cúbicos para cumplir con el ciclo agrícola, lo que significa que la afectación es del 57%.
El mandatario estatal reiteró que se busca establecer la falsa idea de que Chihuahua no ha colaborado para el pago del Tratado, pero Chihuahua ha aportado más agua de la que ha aportado en quinquenios anteriores.
“No admitimos que hayamos puesto en tensión la relación con Estados Unidos, el Tratado se va a pagar en tiempo y forma con la aportación de Chihuahua”, dijo Corral Jurado, quien agregó que tal y como lo había propuesto en su misiva, se va a completar la cuota con el agua de las presas internacionales.
Javier Corral señaló que siempre ha estado dispuesto al diálogo respetuoso, “vamos a ir a cualquier mesa de negociación que se abra o se establezca los productores y el Gobierno del Estado de Chihuahua juntos. Queremos un diálogo con dignidad, no queremos que nuestros agricultores sean sentados en la mesa de negociación en calidad de delincuentes, ni el gobierno del estado acusado de conspiración, exigimos un respeto por la genuina preocupación que existe en el estado de Chihuahua y particularmente en la región del río Conchos”.
Señaló que el tema de seguridad le preocupa, ya que la decisión del gabinete de seguridad tiene una trascendencia, no es opcional coordinar o colaborar con las entidades, ya que es un deber que establece la Constitución, por lo que dijo que si la seguridad se usa como un brazo político, deja ver un talante autoritario que usa a las instituciones de seguridad pública para presionar, intimidar o tomar venganza, a fin de que nadie se atreva a disentir de la visión presidencial.
El gobernador hizo un llamado a cerrar filas en la defensa de la autonomía, la soberanía y dignidad del pueblo de Chihuahua.
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