La casa que en marzo de 2008 fue escenario de un enfrentamiento entre fuerzas policiales y criminales ha sido desvalijada.
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Los vecinos afirman que tras haber sembrado el terror al haber sido objeto de los llamados “narcotours” ahora luce desolada. Los lujosos adornos y muebles se esfumaron.
En la fachada aún están las marcas de la refriega que duró horas y que marcó parte de la historia violenta de la ciudad, pues 5 malandros resultaron muertos, así como un efectivo del Ejército mexicano, además de 11 lesionados.
En la casa de seguridad ubicada en la colonia Rosario se realizó el operativo por parte de policías federales y militares, quienes tuvieron que enfrentarse con los integrantes del grupo armado; los vecinos recuerdan que en la calle quedaron granadas de fragmentación, unas que sí estallaron, al grado de que paredes de los domicilios cercanos se cimbraban. Al final dos delincuentes se rindieron y fueron detenidos.
Tras ser asegurada por la autoridad, personas violaron los sellos de seguridad y sacaron algunas cosas. Ahora ya le robaron el barandal, la puerta principal y en el interior ya no existen muebles.
La casa de seguridad, con supuestamente un sótano y doble pared, ha quedado reducida a un nido de malvivientes y tiradero de basura, incluso la han tomado como sitio para drogarse, al grado que los vecinos tienen miedo por sus niños.
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