Con las presas a un 72 por ciento de su capacidad, la Conagua tiene delimitados 61 acuíferos en la entidad, de los cuales 19 se encuentran sobreexplotados y 42 sin disponibilidad de extracción de agua, y en general el estado presenta un balance hídrico negativo, así es como comienza este verano.
Dentro de los acuíferos más sobreexplotados se encuentran Cuauhtémoc, Meoqui-Delicias, Flores Magón-Villa Ahumada, Ascensión y Los Juncos.
De acuerdo con algunos datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), donde se evidencia que el siguiente en la lista es Guanajuato, con 14 sobreexplotados, mientras que en Zacatecas se contabilizan 11 sobreexplotados y siete salinizados y Sonora con 11 acuíferos sobreexplotados también, pero ninguno salinizado.
Después están Baja California con nueve sobreexplotados, Durango con seis y Coahuila, Querétaro, Aguascalientes y Edomex con cinco cada uno.
En total se contabilizan 653 acuíferos, de los cuales 105 son sobreexplotados y 32 salinizados, es decir con acumulación excesiva de sales, por lo que no es para el consumo humano.
Una solución sostenible puede ser el sistema de presas subterráneas que contrarresta la sobreexplotación de los mantos acuíferos, trabajando bajo la contención del agua bajo la tierra.
El proceso comienza con la llegada de la lluvia y los canales llevan agua hacia las presas para que después el agua sea contenida en las presas subterráneas y por medio de bombas se envía el agua a otra presa o a donde se necesite, en tanto que el excedente de agua verterá de la presa y seguirá su curso agua abajo.
Las presas sustentables se ubican a 80 centímetros debajo del subsuelo, tienen muros de piedra maciza (material que se encuentra en la zona), de 60 centímetros de grosor y evitan la evaporación, la salinización y permite la recuperación de los mantos acuíferos.
Existen cinco mil presas tradicionales en México, donde 180 concentran el 80% de almacenamiento.
Las presas subterráneas son una alternativa ante la escasez del agua; este sistema permite captar el líquido para el consumo humano y la siembra.
Es de mencionar que este sistema hídrico no puede aplicarse en cualquier territorio y sólo se trabaja con gobiernos, pero se espera poder ampliar los proyectos a la IP.
Por otra parte, en conjunto, las 11 presas del estado se encuentran durante este mes a un 24 por ciento más llenas que en junio del año pasado, con un 72 y un 58 por ciento de almacenamiento, respectivamente; de acuerdo a las cifras de Conagua, las presas con mayor llenado son Piedras Azules en el municipio de Allende; San Gabriel en Ocampo, y Las Vírgenes en el municipio de Rosales.
Los casos de Pico de Águila con el menor porcentaje de llenado (42%) y Piedras Azules, con un 84 por ciento, el mayor de las ubicadas en el estado, según datos de la Comisión Nacional del Agua.
En el caso de la presa La Boquilla, se encuentra a un 73 por ciento de su capacidad, mientras que en el caso de la presa Las Vírgenes, se encuentra en un 77 por ciento.
De acuerdo a las cifras de la Conagua, la presa Luis L. León o Granero está actualmente al 65 por ciento y la Abraham González se encuentra en un 67 por ciento.
En el caso de la presa Las Lajas, es la presa que menor nivel de capacidad registra, con un 47 por ciento; la presa El Tintero, a un 65 por ciento.
En el caso de la presa Chihuahua, se encuentra a un 68 por ciento y la presa El Rejón apenas sobrepasa la mitad, con un 53 por ciento.
En el caso de la San Gabriel, su capacidad actual es del 80 por ciento, la Pico de Águila apenas en un 42 por ciento. Por último, la presa Piedras Azules es la que registra mayor nivel de todas, con un 84 por ciento de llenado de su capacidad.
Para junio de 2016 los porcentajes de llenado se registraron de la siguiente manera: 41.4% La Boquilla; 69.1% Las Vírgenes; 68.3% la presa Luis L. León; la Abraham González a un 64.2%; Las Lajas a un 65.2%; El Tintero al 40.1%; la presa Chihuahua al 61.7%; El Rejón al 43.7%; la San Gabriel al 27.6%; el Pico de Águila al 61.3% y la Piedras Azules al 80%.
En el mismo mes de junio de 2015, la presa Boquilla, considerada la más grande del estado, se mantenía con un nivel de 2,004.7 mm3, lo que se traducía en un 69% de almacenaje; la Francisco I. Madero, conocida también como Las Vírgenes, registró un volumen de 262.9 mm3, es decir un 74% de llenado; la Luis L. León, conocida como El Granero, representaba un volumen de 259.5 mm3, que indica un 89% del total de su capacidad.
En la presa Abraham González el nivel del agua alcanzaba los 69.3 mm3; es decir el 81% de su volumen total; en Las Lajas se tiene un registro de 41.6 mm3, un 50%; en El Tintero, 77.5 mm3, un 62% de su totalidad; la presa Chihuahua tenía un almacenaje de 19.3 mm3, un 83% de su capacidad; en el caso de El Rejón, 4.5 mm3, un 70% de su volumen total.
En la presa San Gabriel, el volumen alcanza los 176 mm3, que se traduce en un 72% de su llenado total; el embalse Pico de Águila tiene 29.5 mm3, un 58%; y la presa Piedras Azules, 6.4 mm3, lo que representa un 74% de su capacidad total.
En junio de 2014 la presa que más captación de agua tenía en ese momento era El Rejón, contando con un 88.1 por ciento de su capacidad; seguida por la presa Chihuahua, con un 73.3 por ciento.
La presa Abraham González se encontraba a un 73 por ciento de su capacidad, seguida por la Francisco I. Madero, con el 68.2 por ciento de su totalidad.
La Boquilla se encontraba en su 43 por ciento de capacidad. La presa Luis L. León es la que menor cantidad de agua tenía, con un total del 27.7 por ciento de su totalidad.
Actualmente el estado de Chihuahua se encuentra en una condición de alta vulnerabilidad hidrológica, afrontando problemas severos de escasez, sobreexplotación y contaminación de agua, situación agravada por las bajas precipitaciones y el uso irracional.
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