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La Delegación Estatal de Programas para el Desarrollo, a cargo de Juan Carlos Loera, aclaró respecto a las denuncias de nepotismo en contra de delegados y subdelegados regionales de la Secretaría del Bienestar son infundadas ya que no cuentan con facultades de contratación de personal, además de que no son parte de la estructura de Servidores de la Nación.
Ishtar Ibarra Barraza, esposa de Luis Fernando Duarte González, delegado regional en Parral, no presta actualmente sus servicios para esta delegación, ni se encuentra supeditada organizacionalmente al delegado estatal, Juan Carlos Loera de la Rosa, ni a su esposo Duarte González.
Asimismo, su proceso de ingreso a la Secretaría del Bienestar se llevó a cabo a nivel central, lo cual obedece al diseño de políticas públicas nacionales para zonas indígenas y que tienen que ver con el diseño de un sistema de cuidados parentales para personas con discapacidad, niñas y niños en la primera infancia y que será instaurado de manera piloto en la zona serrana de nuestra entidad; es necesario aclarar también que Ibarra Barraza es coordinada por la Dirección de Grupos Prioritarios de dicha instancia federal y que tampoco se encuentra laborando dentro del equipo de Servidores de la Nación.
Tanto Luis Fernando Duarte González como Ishtar Ibarra son fundadores del movimiento en el cual participaron activamente en el proceso de información y concientización que hace varios años nos fijamos millones de mexicanos para lograr el anhelado cambio de régimen. En su momento, realizaron diversas tareas de organización principalmente en la Sierra Tarahumara, espacio en el que son ampliamente conocidos por su trabajo social.
El ejercicio profesional en la función pública por parte de Ishtar Ibarra Barraza es independiente del desarrollo profesional de su esposo, así como de la estructura y organización de la Delegación Estatal de Programas para el Desarrollo.
“En el Gobierno de México tenemos la convicción de que las mujeres tienen un lugar muy importante en la sociedad y su desarrollo profesional no está, ni deberá estar supeditado a ninguna de sus relaciones personales y reivindica su participación en todos los ámbitos de la vida pública”, refirió Loera de la Rosa.
Asimismo, se hicieron referencias a acusaciones por parte de los también subdelegados regionales en los municipios de Guachochi y Chihuahua, la profesora Ivonne Contreras Peinado y Marcelino Gómez Brenes.
Es importante destacar que los subdelegados regionales no cuentan con facultades de contratación de personal, por lo tanto los señalamientos mencionados son infundados.
Hay que recordar que durante todo el periodo de la transición, Ana Contreras y Alejandro Brenes prestaron sus servicios de manera voluntaria integrados a las brigadas de Servidores de la Nación que realizaron el Censo del Bienestar, mismo que ha permitido recoger de primera mano las necesidades de miles de chihuahuenses de las zonas más necesitadas y marginadas de nuestra entidad.
En estos casos, al igual que en el resto del país, al comienzo de la administración, los Servidores de la Nación fueron integrados y formalizados como unos empleados de la Secretaría del Bienestar donde conforman la base de mayor contacto con los ciudadanos.
“Es necesario subrayar que, en cualquiera de estos casos, cada persona ha realizado carrera política de manera individual, como muchas otras familias que decidieron emprender el cambio en el país desde diferentes trincheras en sus comunidades y estados de manera conjunta. Por lo que hoy día su desempeño al interior de la función pública es una labor que deriva de este trabajo”.
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