Suman 14 muertes violentas en 8 días

Restos de sangre seca y en otros casos viscosa por lo reciente del suceso, cintas de prevención empolvadas que rememoran el hecho, además de vecinos muy a la defensiva y atemorizados, es el panorama que se repite en varios puntos de la ciudad, donde la última semana ocurrieron hechos violentos que dejaron al menos 14 víctimas mortales.

Fue el domingo 28 de enero cuando una persona de sexo masculino fue ultimada con arma de fuego, mientras se encontraba a bordo de un vehículo estacionado modelo Jetta, de color gris, con placas ELN-90-73, en las inmediaciones del Parque Hundido, entre las calles Ramírez Calderón y Décima. La víctima recibió entre ocho y diez impactos de bala calibre 9mm, según los primeros informes periciales.

Para el lunes 29 de enero se registró un asesinato múltiple en la Barbería Shop, ubicada sobre la calle 40, en el cruce con la calle Melchor Guaspe; el reporte fue de dos personas fallecidas y otras dos con heridas. De acuerdo a las primeras informaciones, desconocidos arribaron al lugar portando pasamontañas, para disparar en repetidas ocasiones con armas calibre 9mm.

Al día de hoy, los negocios aledaños de comida, papelerías, neverías, estéticas, venta de autopartes, entre otros, siguen operando de manera normal, a excepción de dicha barbería, donde un foco colocado en el exterior se encuentra prendido día y noche.

Ese mismo día, pero una hora más tarde, una mujer a bordo de un Chevrolet Mustang, modelo antiguo, de color negro y placas EKG-42-03, recibió cinco impactos de bala cuando se encontraba entre las calles Cuarta y Privada de Aceros, en la colonia Nombre de Dios. Paramédicos arribaron al lugar para reanimarla debido a que aún presentaba signos vitales, sin embargo falleció minutos después.

Una cinta roja atrapada entre la maleza es lo que recuerda el lamentable hecho que sucedió justo frente al domicilio de la víctima, de acuerdo a vecinos, quienes se mostraron conmovidos ante esto.

Luego, el jueves 1 de febrero mataron a un hombre, aunque en esta ocasión al norte de la ciudad, precisamente en las calles Mina La Namiquipa y Paseos del Real, de la colonia Villas del Real; la víctima quedó en vía pública con varios impactos de proyectil de arma de fuego calibre 9 milímetros y testigos oculares señalaron que los agresores viajaban a bordo de un auto gris.

Este ya era el segundo hecho violento del día, pues pasadas las 16:00 horas una persona fue privada de la vida y otra más resultó lesionada mientras se encontraban a bordo de un vehículo Peugeot, de color blanco, sin placas; esto sucedió entre las calles Leonardo Bravo y Tercera, en el fraccionamiento Imperial.

Se acordonó desde la calle privada de Juan Escutia, sujetando la cinta amarilla desde un portabasura perteneciente a un domicilio, cuyos propietarios pidieron de la manera más atenta no hacer referencia al número de la vivienda “por mera precaución”. Y es que muertes violentas como estas siembran miedo e incertidumbre entre los habitantes contiguos, los cuales desconfían y creen observar conductas sospechosas, aunque no sea así.

Al siguiente día (2 de febrero), hombres armados que tripulaban una camioneta azul dispararon en contra de un individuo frente a la primaria Héroes de Nacozari, en la calle Cascada de Basaseachi.

Los asesinatos no pararon ahí y el sábado alrededor de las 23:00 horas, se presentó un ataque armado en el interior del club gallístico “Santa María”, ubicado en el kilómetro 10.5 de la carretera a Cuauhtémoc, perpetrado por varios sujetos con el rostro cubierto con capuchas. En el lugar fallecieron cuatro personas y dos más cuando recibían atención médica; asimismo 14 más resultaron lesionados, entre ellos dos menores de siete y 10 años, quienes fueron trasladados a diferentes hospitales.

La información oficial revela que la Fiscalía General del Estado está llevando a cabo un intenso trabajo de investigación de campo y gabinete para esclarecer los hechos violentos suscitados en este palenque clandestino. Los agentes investigadores de la Unidad de Delitos contra la Vida de la Fiscalía, obtuvieron información en torno a los vehículos tripulados por los responsables: una camioneta Chevrolet Suburban color gris y un Dodge Avenger azul. 

Peritos de la FGE embalaron en la escena del crimen varios casquillos calibres 7.62x39, 40 y 9 mm y a través del proceso de investigación ministerial se obtuvo los nombres de las personas fallecidas: Josué Otero, Héctor Murillo Tavares, Leonardo Rodríguez Prado, Juan Daniel Magallanes Rodríguez, Alan de Jesús Vallina Ruíz y Perla Jasso. De momento, la Unidad Especializada continúa con las indagatorias para ubicar el paradero de los presuntos responsables del crimen.

Y el domingo 4 de febrero, un hombre fue localizado sin vida a escasos metros de la puerta de entrada del panteón municipal número 2, ubicado entre las calles 16 y América Latina, en la colonia San Jorge. La persona presentaba múltiples impactos de bala calibre 9mm, por lo que el lugar fue debidamente acordonado por la Policía Municipal y Vial, quienes fueron alertados por varios reportes de peatones y conductores.

Sin embargo, para ayer ya no había ningún tipo de cinta que restringiera el acceso, a pesar del charco de sangre sobre la acera, la cual fue pisada por más de un transeúnte que dejó sus huelas en color rojo a lo largo de la banqueta. “Vente mija, no vayas a pisar”, “pasen rápido”, “párense la nariz”, fueron algunas de las recomendaciones que madres de familia hicieron a sus pequeños hijos al atravesar por el sitio, mientras se dirigían al interior del cementerio para visitar a sus difuntos.

Para este lunes, la sangre regada ya estaba seca en su mayoría, no así en pequeños espacios donde el sol no la tocaba directamente, por lo que todavía se tornaba con una textura viscosa.

El penetrante olor de la sangre, combinada con los orines de la banqueta, producían un desagradable olor; pero lo más grave del asunto no es tratar de aguantar la respiración, sino percatarse de cómo estos hechos están ocurriendo casi a diario, cobrando en algunas ocasiones vidas inocentes.