Cuauhtémoc, Chih.- De manera reiterada había problemas entre Adriana y Alexa, cuando eran estudiantes del CONALEP, no faltaba el reporte o la llamada de atención precisamente porque las dos estudiantes tenían una rivalidad.
Adriana y Alexa solían ser amigas, se conocían desde el ultimo año de la secundaria, cuando Alexa llegó a Cuauhtémoc procedente de Acapulco, estado de Guererro. Entonces tenían una buena relación, la cual acabó cuando Adriana reaccionó a un comentario en redes sociales por una fotografía de la pareja sentimental de Alexa.
Ahí comenzó la rivalidad, la cual se prolongó. Aunque se llevan programas de prevención, talleres, conferencias, pláticas y más a las escuelas de toda la región, en espera de poder permear entre los alumnos, los problemas de acoso escolar, violencia y más se siguen presentando.
Un homicidio en pareja, el cómplice de Adriana, 17 años apenas, ha sido duramente atacado en redes sociales, en donde le lanzan toda clase de amenazas por lo que hizo, aunque aún no haya dictamen del juez y pese a su condición de menor de edad, pues en poco tiempo quedará libre. Mientras que Alexa, preventivamente ingreso a un CERESO femenil.
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Para algunos directores, aún como tabú y tratando de que no se sepan a la opinión pública. En la red, circulan videos de agresiones, peleas y acoso por parte de varios estudiantes de la localidad, quienes han encontrado divertido compartir las imágenes y multiplicando el problema.
Cuando la autoridad trata de intervenir, usualmente los padres de familia se resisten, muchos incluso negando que reciban tratamiento. El caso de Adriana es icónico, porque habla de la degradación social que existe entre las generaciones más jóvenes, muchachos sanos que debieran estar interesados en actividades cotidianas, se involucran en mundo sórdidos en donde difícilmente salen.
Las escuelas de hoy en día tienen que lidiar con un nivel de agresividad muy alto en sus estudiantes, un trabajo realizado por el Sector Salud de Cuauhtémoc, en la región, en un simple cuestionario aplicado a más de 8 mil jóvenes de secundaria, revela que el 30 por ciento, es decir la tercera parte, vive o es generador de algún tipo de violencia en su entorno.
