Corral: La Conago, entelequia liquidada por el ramo 33

SAN LUIS POTOSÍ, SLP.-Luego de pasar la tarde de viernes, los días sábado y domingo y casi todo el lunes en la Caravana por la Dignidad, el gobernador Javier Corral dejó una duda: ¿qué sigue después del domingo 4 de febrero, cuando el contingente llegue a su final en el Hemiciclo a Juárez en la Ciudad de México?

Porque la caravana, así lo dijo en sus múltiples discursos, va de Juárez a Juárez, ese es el simbolismo central, ir de la frontera donde comienza el país hasta el monumento al presidente de las Leyes de Reforma, al Benemérito de las Américas, que está justo frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores, dependencia clave en la extradición -jamás concluida y tal vez ni siquiera iniciada en la idea de Corral- del exgobernador César Duarte.

Pero luego de denunciar los intentos de aislar a Chihuahua, de dejarlo solo, de combatirlo con acusaciones de tortura a quienes él tiene presos por acusaciones de corrupción, Corral se fue con la promesa de que habrá una segunda etapa tras el fin de la caravana. “No hay marcha atrás, haga lo que haga el Gobierno Federal” aseguró.

 Javier Corral sumó poco más de 72 horas en caravana por Coahuila, Durango, Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí, en medio de ruedas de prensa que parecían mítines por la cantidad de asistentes, desayunos, comidas y cenas con los caravaneros, a los que motivó con mensajes y chascarrillos día y noche.

A su llegada a Torreón, Coahuila, el pasado viernes por la tarde el tema vigente aún era la agresión a ritmo de “puro PRI, puro PRI” que sufrió la caravana en la vecina Gómez Palacio, Durango, de la que fue responsabilizada la alcaldesa Lety Herrera, quien para el gobernador de Chihuahua se convirtió en el nítido rostro de un régimen y un gobierno en decadencia.

En su despedida ayer, en San Luis Potosí, el pleito con la Federación también era la agenda de la caravana, ahora en la vertiente de las acusaciones de tortura a los detenidos por actos de corrupción, Alejandro Gutiérrez, Enrique Tarín García y Gerardo Villegas Madriles. En general, para el coordinador de la caravana, el activista Emilio Álvarez Icaza, desde que comenzó la marcha la Federación ha endurecido la campaña contra Corral Jurado, sin defender directamente, pero sí indirectamente, a César Duarte, buscando huecos para desacreditar las acciones del mandatario estatal. Esta es la narrativa federal para desprestigiar al mandatario estatal.

La narrativa de Corral, que marcó las poco más de 72 horas que estuvo al frente de la caravana, fue la alusión directa al presidente Enrique Peña Nieto, a “la aristocracia de Hacienda” y al precandidato del PRI a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, “el verdadero amigo de César Duarte”, menciones que llegó a hacer hasta 6 veces en los mensajes públicos que dio, en encuentros breves o extensos con periodistas y en corto con la caravana que lo cobija. Esta fue la narrativa contra la Federación que enderezó el mandatario en los días que encabezó la marcha fuera de Chihuahua.

 

LLEGAR A LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS, NO SÓLO A LAS PENÚLTIMAS

Para Javier Corral, el régimen actual incluso ha encarcelado a exgobernadores, pero no ha llegado a las últimas consecuencias, se queda en las penúltimas, pues mantiene el control de hasta dónde salpica cada caso y eso no es combatir la corrupción, es simular que se hace. La frase de las penúltimas consecuencias es de sus favoritas, con casi una decena de menciones en estos días, lo que le sirve para explicar que ahora Chihuahua padece las represalias de su atrevimiento, de combatir en serio la corrupción.

El mandatario apunta que el presidente Enrique Peña Nieto se molestó por la captura de Alejandro Gutiérrez, exsecretario general adjunto del PRI Nacional, porque se mantiene en prisión, con el riesgo de que ofrezca un testimonio que involucre a alguien de mayor nivel en la estructura política del PRI y del Gobierno Federal; de ahí las represalias contra su administración a través de la retención de recursos por parte de la Secretaría de Hacienda.

La falta de respuesta de los aludidos hace pensar a los integrantes permanentes de la caravana, que ya han escuchado un mensaje similar en reuniones con el gobernador y los mítines en las ciudades a las que llegan, que la protesta no acabará en la Ciudad de México. Lo que no saben es qué sigue después.

 

EL MOVIMIENTO NO ES PARTIDISTA, NO NACIÓ CON LAS CAMPAÑAS ELECTORALES

Cada día el coordinador operativo de la caravana, Gabino Gómez, pasa lista o encarga que se enlisten, para que no se pierdan los integrantes entre tantas paradas, bajadas y subidas de los camiones, para que nadie falte. Por las noches, cuando ha estado presente, el gobernador Corral visita a sus caravaneros, a los que ya casi conoce personalmente. Van panistas, barzonistas, “morenistas” y algunos sin partido, aunque coinciden en que el PRI es su última opción política.

Ante ellos y también en mensajes públicos, el gobernador asienta que este movimiento no es partidista. Es un movimiento político y social, que no nació en las campañas electorales actuales –o precampañas- sino cuando ganó las elecciones en el año 2016, con el ofrecimiento de llevar a Duarte ante los tribunales, “compromiso que habremos de cumplir”.

“El que quiso que esto iniciara precisamente en momentos electorales es el presidente Peña Nieto”, dice el mandatario estatal, cuando se le cuestiona si hay un uso partidista de la marcha, si la unión de fuerzas –o la representación plural del pueblo de Chihuahua, como él llama al conjunto de caravaneros- estuviera destinada a favorecer a un precandidato presidencial o la imagen del jefe del Ejecutivo.

Lo otro que destaca es que en la Caravana por la Dignidad no van acarreados, ni uno solo siquiera, y se ha cuidado que no se usen las estructuras partidistas, sindicales, de organizaciones filiales, para llenar los actos públicos, por eso a veces van muchos, a veces pocos; pero hasta en Monterrey el coordinador Álvarez Icaza se atrevió a desafiar la fama de los regiomontanos y logró que sonaran los botes oficialmente identificados para recibir donativos para la causa.

 

QUIERE A ANAYA, PERO FIRMÓ TAMBIÉN POR LA INDEPENDIENTE “MARICHUY”

Corral insiste en dejar los partidismos de lado. Si en Juárez, Chihuahua, dijo que una de las críticas de la caravana era que quería ser candidato presidencial del frente que él ayudó a crear, la alianza PAN-PRD-MC, había caído sola porque ya se había vencido el plazo para registrarse; ahora señala que desde luego, como panista, su candidato es Ricardo Anaya, pero el movimiento por la dignidad no está a expensas de una campaña.

Prueba de ello es que no van puros panistas y además revela que le firmó a María de Jesús Patricio Martínez, “Marichuy”, para que pueda alcanzar el registro como candidata independiente a la Presidencia de la República, porque coincide en la necesidad de abrir espacios para los indígenas, sin que ello signifique que votará por ella.

La revelación la hace por la confusión en el marco de la marcha que se dio por una entrevista con Reuters, donde dijo que si no gana Anaya, estaría conforme con que ganara cualquier otro, menos el aspirante del PRI, José Antonio Meade; comentario que se interpretó como si su segunda opción fuera Andrés Manuel López Obrador, de Morena. Sobre ello insiste en que espera que gane el aspirante del PAN, a eso le apuesta, pero si no, que sea AMLO, Margarita Zavala o cualquier otro, menos el priista.

En este punto se detiene y en sus discursos precisa que el rechazo a Meade es abierto y no debe interpretarse como la partidización de la caravana, sino como llamar a las cosas por su nombre sin eufemismos, pues representa la continuidad del régimen que se niega a reconocer sus fallas y se empeña en proteger a los corruptos, en mantener el pacto de impunidad, el sistema de tapaderas que pasa por todos los niveles de gobierno y todos los partidos políticos, incluido el albiazul. El rechazo a Meade es porque es la cara de la aristocracia hacendaria, de los tecnócratas acomodaticios que han llevado a la ruina económica al país y que ahora se empeñan en impedir la justicia y el combate a la corrupción, castigándolo con la retención de recursos por atreverse a investigar y sancionar la corrupción en Chihuahua.

 

LOS GOBERNADORES ME APOYAN… AUNQUE SÓLO POR WHATSAPP

“Ya les he reclamado públicamente por hacerse patos. Pero los comprendo también, al ver las dimensiones del problemón en que estamos”, declara Javier Corral cuando se le pregunta sobre la falta de apoyo de los demás gobernadores del país, que no se pronuncian contra la Secretaría de Hacienda, donde tienen la zanahoria para los que se portan bien y el garrote para los que son respondones.

“Sí me apoyan. Sí hay apoyo de algunos… aunque sólo por WhatsApp casi todos, hasta un priista me dice: síguele Corral, no te rajes”, asegura, sin revelar el nombre del gobernador del PRI o del estado, por las represalias que se puede acarrear. Sobre la falta de comunicación con los jefes del Ejecutivo en las entidades que visita, señala que no les llama para no comprometerlos, pues los teléfonos de los gobernadores son de los más vigilados.

Así como es cuestionado sobre su relación y falta de apoyo de los demás gobernadores, a Corral le dicen que se cuide, que es peligroso lo que está haciendo, que el régimen político mexicano es tradicionalmente violento. Y le preguntan: ¿Tiene miedo? ¿Lo han amenazado? Ambas respuestas son negativas de su parte, además dice que está “encomendado al de arriba”. Aunque también su escolta hace lo suyo y como toda escolta, impide que se le acerquen demasiado y confronta a quien se le ponga enfrente si lo considera un riesgo o una molestia para el mandatario estatal, filtro que siempre genera fricciones en los actos públicos.

Aparte de sus colegas gobernadores, Corral se lamenta de los medios de comunicación a los que les encanta “el nado sincronizado”, según lo define Álvarez Icaza. Aunque las convocatorias son exitosas, acuden hasta 30 periodistas, las notas no se reflejan. Si el gobernador acusa a Hacienda de retenerle recursos, las notas que se privilegian son las respuestas federales. Si hace una caravana, lo acusan de ser un gobernador torturador, aunque el supuesto torturado enfrente una acusación de corrupción millonaria; es el reclamo que hace, aunque no generaliza.

 

LA CONAGO, UNA ENTELEQUIA LIQUIDADA POR EL RAMO 23

Fuera de los temas coyunturales que surgen en el trayecto y de las encendidas críticas al Gobierno Federal, un problema de fondo que siempre sale a flote es el de los recursos retenidos, del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación, que son usados para premiar o castigar a los gobernadores, según lo expone Corral.

El gobernador sostiene que el Ramo 23, ahora muy conocido, fue lo que liquidó a la Conferencia Nacional de Gobernadores, que nació con un espíritu federalista y ahora es una entelequia que sólo sirve para reuniones protocolarias en la que los mandatarios estatales le aplauden al presidente o a los secretarios, haciendo méritos que luego se pueden convertir en recursos.

Por ello pide ahora no sólo la entrega de los recursos a Chihuahua, retenidos en 2017, sino transparentar lo entregado a cada estado ya no nomás del año pasado, sino de 2015 y 2016, pues existe la sospecha fundada de que los 250 millones de pesos desviados del presupuesto de Chihuahua, fueron a parar a campañas políticas en las entidades con elecciones. Es tema tabú para los aristócratas de Hacienda, así que asegura que ya presentó las correspondientes solicitudes de información mediante la plataforma nacional de transparencia, para conocer a cuáles estados les tocó zanahoria y a cuáles garrote, como a Chihuahua a partir de la detención del personaje político de mayor nivel al que ha llegado la llamada Operación Justicia.

Esas líneas sobre las que versan los discursos, charlas, ruedas de prensa y comentarios de Corral Jurado, que ya se saben de memoria los integrantes de la Caravana por la Dignidad, no son suficientes para que sepan hacia dónde se dirigirá el movimiento después de la llegada a la Ciudad de México; no en cuanto a la geografía nacional, porque la marcha acaba y se disuelve, sino en cuanto a las acciones estratégicas para que se cumplan las dos exigencias: la extradición de Duarte y la entrega de los recursos de Chihuahua.

¿Qué sigue?