/ martes 16 de abril de 2024

A reflexionar | El temple de acero de los mexicanos

“No preguntes qué ha hecho tu patria por ti, pregunta qué has hecho tú por tu patria.”

John F Kennedy


Recordemos que las sociedades multiculturales tienen que aceptar los derechos de poseer creencias de todos sus miembros. Hay personas que tienen que soportar los piquetazos de las agujas de la realidad. Por ejemplo, alguien diría, _señor, ha herido mis convicciones_. Le contestaríamos: “usted no puede convertir sus convicciones en una prolongación de su cuerpo.” En otras palabras, en muchos casos existen quienes opinan “todas las opiniones son respetables”, ¡esto es un error garrafal! Quienes son respetables son las personas, no las creencias. No se pueden respetar las ideas totalitarias, xenófobas, racistas, excluyentes que violen los elementales derechos humanos. ¿Qué respeto merecen las ideas tras las que se cubren los terroristas de los diferentes signos? ¿Cómo dejar de repudiar, el asesinato, el feminicidio, el secuestro, el uso de las armas, y la tecnología militar, de un pueblo noble y trabajador, como lo es el mexicano? Definitivamente, no se puede respetar a los irrespetuosos. Hace pocos días el dictador expresó: “por encima del presidente… nada, ni la ley”. El lenguaje utilizado por la dictadura evidencia, no sólo ignorancia, sino también, la nefasta intención de mantener la intolerancia fascista que ha caracterizado la mendaz administración que está por terminar. En su devenir, los mexicanos demostraron su rechazo a los “idolillos”, a los caudillos y a los opresores, por ello, tendremos la muy próxima oportunidad de retomar los resultados de la voluntad popular que no son otros ya escritos en los muros indestructibles de la historia por, Montesquieu, con la división del poder en tres sectores, con plena autonomía entre ellos. También Rousseau nos heredó el principio de la soberanía popular, para elegir a los gobernantes y, claro, Voltaire fundamentó la libertad de expresión, su apotegma “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daría la vida por defender tu derecho a decirlo.” Principios que se convirtieron en base fundamental para la libertad, la igualdad y la fraternidad. Con la exhibición del temple de acero de la gran mayoría de los mexicanos, tendremos un proceso electoral que reflejará la voluntad popular y un gran avance en el sendero de la democracia. Muy importante, la unidad de los mexicanos se fortalecerá y desaparecerá la tenebrosa intención de dividir y mantener en el odio y el encono a la gran nación mexicana. Vayamos todos a las urnas y verán los reaccionarios de que estamos hechos los mexicanos. ¡Patria, Patria tus hijos te juran! ¡Exhalar en tus aras su aliento! ¡Si el clarín con su bélico acento! ¡Nos convoca a lidiar con valor!


“No preguntes qué ha hecho tu patria por ti, pregunta qué has hecho tú por tu patria.”

John F Kennedy


Recordemos que las sociedades multiculturales tienen que aceptar los derechos de poseer creencias de todos sus miembros. Hay personas que tienen que soportar los piquetazos de las agujas de la realidad. Por ejemplo, alguien diría, _señor, ha herido mis convicciones_. Le contestaríamos: “usted no puede convertir sus convicciones en una prolongación de su cuerpo.” En otras palabras, en muchos casos existen quienes opinan “todas las opiniones son respetables”, ¡esto es un error garrafal! Quienes son respetables son las personas, no las creencias. No se pueden respetar las ideas totalitarias, xenófobas, racistas, excluyentes que violen los elementales derechos humanos. ¿Qué respeto merecen las ideas tras las que se cubren los terroristas de los diferentes signos? ¿Cómo dejar de repudiar, el asesinato, el feminicidio, el secuestro, el uso de las armas, y la tecnología militar, de un pueblo noble y trabajador, como lo es el mexicano? Definitivamente, no se puede respetar a los irrespetuosos. Hace pocos días el dictador expresó: “por encima del presidente… nada, ni la ley”. El lenguaje utilizado por la dictadura evidencia, no sólo ignorancia, sino también, la nefasta intención de mantener la intolerancia fascista que ha caracterizado la mendaz administración que está por terminar. En su devenir, los mexicanos demostraron su rechazo a los “idolillos”, a los caudillos y a los opresores, por ello, tendremos la muy próxima oportunidad de retomar los resultados de la voluntad popular que no son otros ya escritos en los muros indestructibles de la historia por, Montesquieu, con la división del poder en tres sectores, con plena autonomía entre ellos. También Rousseau nos heredó el principio de la soberanía popular, para elegir a los gobernantes y, claro, Voltaire fundamentó la libertad de expresión, su apotegma “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero daría la vida por defender tu derecho a decirlo.” Principios que se convirtieron en base fundamental para la libertad, la igualdad y la fraternidad. Con la exhibición del temple de acero de la gran mayoría de los mexicanos, tendremos un proceso electoral que reflejará la voluntad popular y un gran avance en el sendero de la democracia. Muy importante, la unidad de los mexicanos se fortalecerá y desaparecerá la tenebrosa intención de dividir y mantener en el odio y el encono a la gran nación mexicana. Vayamos todos a las urnas y verán los reaccionarios de que estamos hechos los mexicanos. ¡Patria, Patria tus hijos te juran! ¡Exhalar en tus aras su aliento! ¡Si el clarín con su bélico acento! ¡Nos convoca a lidiar con valor!