/ martes 20 de febrero de 2024

Ciudadanía responsable


Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí,
no había nadie más que pudiera protestar.”

Martin Niemöller


La historia, nuestra gran maestra, nos da con este poema, una muestra exacta de los tiempos que hoy transcurren en nuestra bella patria.

Aunque los orígenes del poema son de alrededor de 1933, y leído por primera vez en 1946, la vigencia del fondo de sus palabras es un tremendo mensaje. Una idea de cómo los seres humanos, cuando nos hundimos en nuestras miserias, y en nuestro egoísmo; podemos ser tolerantes de las condiciones y acciones más terribles en contra de quienes nos rodean, siempre y cuando no toquen nuestro propio interés, y no es posible muchas veces, entender cómo los eventos van progresando y degradándose, de manera que el alcance se incrementa, y las afecciones sólo pueden ir a más.

La manera que hoy el crimen organizado, y esto en palabras de los feligreses que negociaron con ellos la paz del estado de Guerrero, está tornándose a ser los dueños de negocios “legales”, a través de métodos “ilegales” en toda la extensión de la palabra. Tomando control de la distribución de bienes y servicios, con la venia y displicencia de las autoridades, que los ven, los saludan y los apoyan; como sucede en dicho estado con evidencias videográficas de lo dicho.

Y así, ahora los que combatimos, o ya no estoy seguro si era en tiempo pasado, son ahora empresarios, empleadores y, además, con el poder de las armas, son los que definen precios, lugares de distribución y cuotas por manejar los bienes que consumimos todos los mexicanos. ¿Cómo se controla la inflación en estos sistemas económicos?, ¿cómo se asegura que los más desvalidos alcancen a comprar sus necesidades básicas?

Y siguen los elementos electorales. Van ya 59 fallecidos involucrados en las elecciones de 2024 hasta la fecha. Hay municipios sin autoridades desde hace dos años que son controlados por los caciques delincuenciales de la región. Se espera una gran influencia de las fuerzas del crimen organizado tomando el control de las elecciones en muchas regiones del país. En total, el poema va dando forma, que nos van quedando cada vez menos “otros” alrededor a quienes afecten las circunstancias permitidas por el gobierno o sus incapacidades para tomar el control.

Esta semana escuché de nuevo de un visitante, ahora de Fernando Franco, director ejecutivo de CampFire SV, del Sillicon Valley, quien expuso en la reunión mensual de DESEC (Desarrollo Económico de Chihuahua), y nos expresó que observaba extraordinario y único que es el ecosistema socio-económico-político de colaboración que existe en Chihuahua, que a los propios nos parece “normal”, pero dista mucho de lo común en el resto de las ciudades del país y otros países. Tenemos el espíritu colaborativo y el entusiasmo por lograr algo mejor. Que esta convicción logre permear a todos los rincones de la ciudad, con acciones positivas y encauzadas al bien común y al crecimiento de los indicadores económicos, de manera armónica y ordenada. Respetando la ley, viendo que dejemos un “sistema” capaz de subsistir con, sin y a pesar de las decisiones de gobiernos, y pondere el interés del verdadero pueblo, no el manipulado en los teatros mañaneros.

Como en épocas de antaño, como en los pueblos aquellos de las películas mexicanas de los 50, los religiosos y los maestros se instrumentan como las verdaderas autoridades morales de la comunidad; y ellos arreglan la vida del pueblo. ¿Y el avance democrático?, ¿y la fortaleza del gobierno?, ¿y el respeto al Estado de derecho? Seamos ciudadanos responsables, conscientes de que, si hoy no es nuestro turno de perder, si no participamos, y si no resolvemos la marea de afectaciones, pronto estas afectaciones se volverán el tsunami que nos ahogue a todos.



Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí,
no había nadie más que pudiera protestar.”

Martin Niemöller


La historia, nuestra gran maestra, nos da con este poema, una muestra exacta de los tiempos que hoy transcurren en nuestra bella patria.

Aunque los orígenes del poema son de alrededor de 1933, y leído por primera vez en 1946, la vigencia del fondo de sus palabras es un tremendo mensaje. Una idea de cómo los seres humanos, cuando nos hundimos en nuestras miserias, y en nuestro egoísmo; podemos ser tolerantes de las condiciones y acciones más terribles en contra de quienes nos rodean, siempre y cuando no toquen nuestro propio interés, y no es posible muchas veces, entender cómo los eventos van progresando y degradándose, de manera que el alcance se incrementa, y las afecciones sólo pueden ir a más.

La manera que hoy el crimen organizado, y esto en palabras de los feligreses que negociaron con ellos la paz del estado de Guerrero, está tornándose a ser los dueños de negocios “legales”, a través de métodos “ilegales” en toda la extensión de la palabra. Tomando control de la distribución de bienes y servicios, con la venia y displicencia de las autoridades, que los ven, los saludan y los apoyan; como sucede en dicho estado con evidencias videográficas de lo dicho.

Y así, ahora los que combatimos, o ya no estoy seguro si era en tiempo pasado, son ahora empresarios, empleadores y, además, con el poder de las armas, son los que definen precios, lugares de distribución y cuotas por manejar los bienes que consumimos todos los mexicanos. ¿Cómo se controla la inflación en estos sistemas económicos?, ¿cómo se asegura que los más desvalidos alcancen a comprar sus necesidades básicas?

Y siguen los elementos electorales. Van ya 59 fallecidos involucrados en las elecciones de 2024 hasta la fecha. Hay municipios sin autoridades desde hace dos años que son controlados por los caciques delincuenciales de la región. Se espera una gran influencia de las fuerzas del crimen organizado tomando el control de las elecciones en muchas regiones del país. En total, el poema va dando forma, que nos van quedando cada vez menos “otros” alrededor a quienes afecten las circunstancias permitidas por el gobierno o sus incapacidades para tomar el control.

Esta semana escuché de nuevo de un visitante, ahora de Fernando Franco, director ejecutivo de CampFire SV, del Sillicon Valley, quien expuso en la reunión mensual de DESEC (Desarrollo Económico de Chihuahua), y nos expresó que observaba extraordinario y único que es el ecosistema socio-económico-político de colaboración que existe en Chihuahua, que a los propios nos parece “normal”, pero dista mucho de lo común en el resto de las ciudades del país y otros países. Tenemos el espíritu colaborativo y el entusiasmo por lograr algo mejor. Que esta convicción logre permear a todos los rincones de la ciudad, con acciones positivas y encauzadas al bien común y al crecimiento de los indicadores económicos, de manera armónica y ordenada. Respetando la ley, viendo que dejemos un “sistema” capaz de subsistir con, sin y a pesar de las decisiones de gobiernos, y pondere el interés del verdadero pueblo, no el manipulado en los teatros mañaneros.

Como en épocas de antaño, como en los pueblos aquellos de las películas mexicanas de los 50, los religiosos y los maestros se instrumentan como las verdaderas autoridades morales de la comunidad; y ellos arreglan la vida del pueblo. ¿Y el avance democrático?, ¿y la fortaleza del gobierno?, ¿y el respeto al Estado de derecho? Seamos ciudadanos responsables, conscientes de que, si hoy no es nuestro turno de perder, si no participamos, y si no resolvemos la marea de afectaciones, pronto estas afectaciones se volverán el tsunami que nos ahogue a todos.