/ domingo 12 de diciembre de 2021

Conciencia social; Análisis sociológico y gnoseológico

Por: Francisco Javier Pizarro Chávez

François-Marie Arouet, Voltarie, que nació en París en 1694, fue un trascendente escritor, historiador y filósofo, que defendió el poder de la razón humana y de la ciencia, y promovió el respeto a la humanidad.

“Los prejuicios son la razón de los tontos”, adujo y agregó: “La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria”.

Hago referencia a estos dos enunciados que deben ser compartidos a los ignorantes y grotescos periodistas y políticos de la derecha que desconocen lo que es el Ser social y la Conciencia Social, ejes fundamentales de toda formación social, que publiqué el 20 de junio de este año y hoy reitero.

Eso sí, promueven el odio de la conciencia social valorativa de los de “abajo” y un constante golpeteo al Gobierno de la República, con el fin de derrocarlo.

El estudio del desarrollo histórico de la Conciencia Social, de su génesis y evaluación en relación con las etapas fundamentales del desarrollo de la sociedad, nos revela que hay tres principios de análisis a partir de los cuales se puede y se debe estudiar a fondo qué es la conciencia social y el ser social.

Se los describo: el histórico-genético, el gnoseológico y el sociológico.

En la primera fase, la conciencia social fue sincrética, a tal grado que las concepciones espirituales y religiosas; los conocimientos empíricos y expresiones artísticas se mezclaban y vinculaban todas ellas con la vida espiritual y la naturaleza.

En la segunda fase del desarrollo de la conciencia social, surgieron instituciones sociales como el Estado, la división de las clases sociales y la separación del trabajo físico e intelectual, lo que generó nuevas formas de la Conciencia Social, en particular las políticas, jurídicas, económicas, financieras y religiosas en la que predominan las ideas de la clase dominante del capitalismo y ahora neoliberalismo.

Por lo que respecta a la tercera fase de los países comunistas que contemplaban suprimir la diferencia de clases y las clases sociales; conjuntar el trabajo físico y el intelectual e incluso sentar las bases para la extinción del Estado, continúa siendo una utopía a partir del desmantelamiento de la URSS y naciones afines de Europa.

Las diversas formas de la conciencia social referidas, dejan en claro que como bien describió Karl Marx en el Prólogo de su libro “Contribución a la Crítica de la Economía Política” que “No es la conciencia del hombre la que determina su ser; sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”.

Ejemplo de ello es la confrontación y polarización que se ha generado en torno a la política económica y financiera neoliberal de los grandes magnates y la política de bienestar social del pueblo de la 4ta Transformación.

En lo que se refiere a los principios gnoseológicos y sociológicos, ambos son muy importantes desde el punto de vista metodológico, para el estudio de la conciencia social y transformación de la mentalidad de las nuevas generaciones en el contexto socioeconómico, cultural y político actual en la mayoría en todo el mundo.

Abordemos los dos niveles de la conciencia social: La que se define como conciencia social común y la que se califica como conciencia social teórica. La primera se engendra por las condiciones empíricas cotidianas de la sociedad, que no son otras más que las sensaciones, percepciones y sentido común. La segunda, se sustenta en los juicios de valor, el razonamiento y la imaginación.

En concreto, la conciencia social común del pueblo se aboca a que cada persona defina qué es lo que le favorece o le afecta del ser social en que vivimos, en tanto que la conciencia social teórica apela a la ciencia para descubrir la esencia real de los fenómenos sociales, como el cambio climático, el deterioro de la naturaleza, la pandemia, la migración humana, genocidios, racismo y la desigualdad social y la injusticia.


Por: Francisco Javier Pizarro Chávez

François-Marie Arouet, Voltarie, que nació en París en 1694, fue un trascendente escritor, historiador y filósofo, que defendió el poder de la razón humana y de la ciencia, y promovió el respeto a la humanidad.

“Los prejuicios son la razón de los tontos”, adujo y agregó: “La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria”.

Hago referencia a estos dos enunciados que deben ser compartidos a los ignorantes y grotescos periodistas y políticos de la derecha que desconocen lo que es el Ser social y la Conciencia Social, ejes fundamentales de toda formación social, que publiqué el 20 de junio de este año y hoy reitero.

Eso sí, promueven el odio de la conciencia social valorativa de los de “abajo” y un constante golpeteo al Gobierno de la República, con el fin de derrocarlo.

El estudio del desarrollo histórico de la Conciencia Social, de su génesis y evaluación en relación con las etapas fundamentales del desarrollo de la sociedad, nos revela que hay tres principios de análisis a partir de los cuales se puede y se debe estudiar a fondo qué es la conciencia social y el ser social.

Se los describo: el histórico-genético, el gnoseológico y el sociológico.

En la primera fase, la conciencia social fue sincrética, a tal grado que las concepciones espirituales y religiosas; los conocimientos empíricos y expresiones artísticas se mezclaban y vinculaban todas ellas con la vida espiritual y la naturaleza.

En la segunda fase del desarrollo de la conciencia social, surgieron instituciones sociales como el Estado, la división de las clases sociales y la separación del trabajo físico e intelectual, lo que generó nuevas formas de la Conciencia Social, en particular las políticas, jurídicas, económicas, financieras y religiosas en la que predominan las ideas de la clase dominante del capitalismo y ahora neoliberalismo.

Por lo que respecta a la tercera fase de los países comunistas que contemplaban suprimir la diferencia de clases y las clases sociales; conjuntar el trabajo físico y el intelectual e incluso sentar las bases para la extinción del Estado, continúa siendo una utopía a partir del desmantelamiento de la URSS y naciones afines de Europa.

Las diversas formas de la conciencia social referidas, dejan en claro que como bien describió Karl Marx en el Prólogo de su libro “Contribución a la Crítica de la Economía Política” que “No es la conciencia del hombre la que determina su ser; sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”.

Ejemplo de ello es la confrontación y polarización que se ha generado en torno a la política económica y financiera neoliberal de los grandes magnates y la política de bienestar social del pueblo de la 4ta Transformación.

En lo que se refiere a los principios gnoseológicos y sociológicos, ambos son muy importantes desde el punto de vista metodológico, para el estudio de la conciencia social y transformación de la mentalidad de las nuevas generaciones en el contexto socioeconómico, cultural y político actual en la mayoría en todo el mundo.

Abordemos los dos niveles de la conciencia social: La que se define como conciencia social común y la que se califica como conciencia social teórica. La primera se engendra por las condiciones empíricas cotidianas de la sociedad, que no son otras más que las sensaciones, percepciones y sentido común. La segunda, se sustenta en los juicios de valor, el razonamiento y la imaginación.

En concreto, la conciencia social común del pueblo se aboca a que cada persona defina qué es lo que le favorece o le afecta del ser social en que vivimos, en tanto que la conciencia social teórica apela a la ciencia para descubrir la esencia real de los fenómenos sociales, como el cambio climático, el deterioro de la naturaleza, la pandemia, la migración humana, genocidios, racismo y la desigualdad social y la injusticia.