/ miércoles 25 de octubre de 2023

El gran reto de la seguridad hídrica en México

La seguridad hídrica en México ha sido un tema de preocupación debido a varios problemas:

Escasez de agua: En algunas regiones de México, la disponibilidad de agua dulce es limitada, lo que ha llevado a la escasez de agua en áreas urbanas y rurales. La disponibilidad de agua per cápita ha disminuido en nuestro país en un 87% de 1950 a la fecha. El agua es un factor estratégico para el desarrollo social y económico. Su correcta gestión es indispensable para garantizar un suministro de calidad continuo y eficiente. Tal y como lo establece el Derecho Humano al Agua, plasmado en nuestra Constitución desde el año 2012.

El crecimiento de la demanda por agua ha sido continuo y progresivo para uso público urbano (15%), agrícola (76%), y otros usos (9%).

El día de hoy, en nuestro país de 126 millones de habitantes; 21.3 millones no cuentan con servicio de agua potable y 28.9 millones no cuentan con servicio público de alcantarillado y drenaje.

El sector agropecuario desperdicia, debido a los métodos ineficientes de distribución y riego, el 57% del agua utilizada. Asimismo, los Organismos Operadores de Agua Potable tienen eficiencias inferiores al 40%, desperdiciando más del 60% del agua inyectada a las redes.

Contaminación del agua: La contaminación del agua es un problema común debido a la descarga de desechos industriales y domésticos sin un tratamiento adecuado. Esto afecta la calidad del agua potable y de los recursos hídricos en general. El 85% de las plantas tratadoras del país no funcionan y/o no cumplen con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana 001 para las aguas tratadas.

Desigualdad en el acceso al agua y al saneamiento: Existe una disparidad en el acceso al agua potable y saneamiento, con comunidades rurales y marginadas que enfrentan mayores desafíos para obtener agua limpia y segura. Entre la población urbana y rural la diferencia en los servicios de agua anda alrededor de un 35% lo cual hace que muchas comunidades rurales anden por debajo de la mitad de la población con estos servicios.

Cambio climático: El cambio climático ha afectado el patrón de lluvias y la disponibilidad de agua en muchas regiones, lo que aumenta la incertidumbre en la seguridad hídrica. Este año ha sido el más seco de los últimos 60 años, con pérdidas catastróficas en el sector agropecuario.

Falta de gobernabilidad y gobernanza en el agua: Las extracciones ilegales en el agua subterránea y los aprovechamientos irregulares en el agua superficial tanto en la agricultura, como en otros sectores, puede agotar los recursos hídricos más rápido de lo que pueden recargarse.

Falta de Presupuesto para Conagua: La recomendación de los Organismos Mundiales como la ONU y la FAO recomiendan que el presupuesto para la gestión hídrica sea del 3% del PIB, lo cual equivaldría a 660 mil millones de pesos en nuestro país, pero es actualmente 10 veces menor y va a la baja, este año Conagua tendrá un nuevo recorte y su presupuesto será 62,600 millones de pesos, frente a 71,600 millones en 2023.

La seguridad hídrica sigue siendo un tema importante y una asignatura pendiente en la agenda del país.


La seguridad hídrica en México ha sido un tema de preocupación debido a varios problemas:

Escasez de agua: En algunas regiones de México, la disponibilidad de agua dulce es limitada, lo que ha llevado a la escasez de agua en áreas urbanas y rurales. La disponibilidad de agua per cápita ha disminuido en nuestro país en un 87% de 1950 a la fecha. El agua es un factor estratégico para el desarrollo social y económico. Su correcta gestión es indispensable para garantizar un suministro de calidad continuo y eficiente. Tal y como lo establece el Derecho Humano al Agua, plasmado en nuestra Constitución desde el año 2012.

El crecimiento de la demanda por agua ha sido continuo y progresivo para uso público urbano (15%), agrícola (76%), y otros usos (9%).

El día de hoy, en nuestro país de 126 millones de habitantes; 21.3 millones no cuentan con servicio de agua potable y 28.9 millones no cuentan con servicio público de alcantarillado y drenaje.

El sector agropecuario desperdicia, debido a los métodos ineficientes de distribución y riego, el 57% del agua utilizada. Asimismo, los Organismos Operadores de Agua Potable tienen eficiencias inferiores al 40%, desperdiciando más del 60% del agua inyectada a las redes.

Contaminación del agua: La contaminación del agua es un problema común debido a la descarga de desechos industriales y domésticos sin un tratamiento adecuado. Esto afecta la calidad del agua potable y de los recursos hídricos en general. El 85% de las plantas tratadoras del país no funcionan y/o no cumplen con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana 001 para las aguas tratadas.

Desigualdad en el acceso al agua y al saneamiento: Existe una disparidad en el acceso al agua potable y saneamiento, con comunidades rurales y marginadas que enfrentan mayores desafíos para obtener agua limpia y segura. Entre la población urbana y rural la diferencia en los servicios de agua anda alrededor de un 35% lo cual hace que muchas comunidades rurales anden por debajo de la mitad de la población con estos servicios.

Cambio climático: El cambio climático ha afectado el patrón de lluvias y la disponibilidad de agua en muchas regiones, lo que aumenta la incertidumbre en la seguridad hídrica. Este año ha sido el más seco de los últimos 60 años, con pérdidas catastróficas en el sector agropecuario.

Falta de gobernabilidad y gobernanza en el agua: Las extracciones ilegales en el agua subterránea y los aprovechamientos irregulares en el agua superficial tanto en la agricultura, como en otros sectores, puede agotar los recursos hídricos más rápido de lo que pueden recargarse.

Falta de Presupuesto para Conagua: La recomendación de los Organismos Mundiales como la ONU y la FAO recomiendan que el presupuesto para la gestión hídrica sea del 3% del PIB, lo cual equivaldría a 660 mil millones de pesos en nuestro país, pero es actualmente 10 veces menor y va a la baja, este año Conagua tendrá un nuevo recorte y su presupuesto será 62,600 millones de pesos, frente a 71,600 millones en 2023.

La seguridad hídrica sigue siendo un tema importante y una asignatura pendiente en la agenda del país.