/ miércoles 15 de mayo de 2024

El recuento de los daños 2018-2024

Ahora que este sexenio languidece, al hacer el recuento de los daños, nos queda debiendo mucho a los mexicanos. Nos prometieron un 6% de promedio de crecimiento económico anual, en lugar del periodo comprendido entre los años 2010 y 2018, en el cual la economía mexicana creció a un promedio de 2.8%, sin embargo, el actual, el crecimiento del PIB a valores absolutos del 2023 es del -0.02 % con respecto al del 2018.

Es decir, al mal manejo de la pandemia, que produjo cientos de miles de fallecimientos y afectaciones, se le suma un pésimo manejo de la economía, que empezó con la cancelación del NAICM, de la cervecera Constellation Brands, posteriormente el robo de los 101 fideicomisos y ahora el robo de los ahorros de las personas mayores.

En materia de salud, en lugar de mejorar la de los pobres, eliminó el Seguro Popular desde su primer año de gobierno y antes de la pandemia, dejando a 30.3 millones de personas, principalmente pobres, sin acceso al sistema de salud y aumentando, sin precedente alguno en la historia de México, el número y porcentaje de personas con carencia social, además de la falta total de medicamentos, el fracaso total de la MEGA farmacia.

En lugar de ayudar a romper los ciclos intergeneracionales de pobreza, eliminó el mejor instrumento que tuvo el gobierno durante 5 sexenios para darles a los hijos de los pobres las oportunidades que sus padres no habían tenido. Específicamente, desmanteló el programa “Solidaridad-Prospera-Oportunidades-Progresa”, que centraba las transferencias gubernamentales en familias en situación de pobreza y las condicionaba a enviar a sus hijos a la escuela.

Asimismo, eliminó el Programa de Estancias Infantiles, por una supuesta corrupción que nunca pudieron demostrar. Yo lo solicité por oficio, por transparencia y en tribuna a Ariadna Montiel y a María Luisa Albores, las denuncias por la supuesta corrupción y cuántos imputados había. Nunca contestaron porque eran mentiras. El presupuesto se redujo al 50%, en un programa sin pies ni cabeza, de supuesta ayuda a madres y padres trabajadores que se entregaba solo a simpatizantes a la 4T. Desaparecieron un 90% de las Estancias Infantiles y los niños beneficiados nunca han sido cuantificados, porque simplemente el dinero se utilizó por los padres para otros rubros.

El programa estaba dirigido a madres que no cuentan con IMSS, ISSSTE u otra seguridad social, eran lugares con 1 encargada por cada 8 niños, les daban dos alimentos nutritivos supervisados por la autoridad, quizá el único alimento que tenían los niños en el día. Recibían estimulación temprana, los principios elementales educativos y en muchas de ellas podían cursar primer año de preescolar, condenaron a 1 millón de infantes al círculo de la pobreza. 400 mil que atendía el programa y 100 mil por año que se integraban al mismo.

La lógica que las madres o padres decidan si llevan o no, a los infantes, a una guardería, sería el mismo que si quitamos la educación obligatoria y les dieran el dinero a los padres para que ellos decidieran cómo educarlos. (Continuará).


Ahora que este sexenio languidece, al hacer el recuento de los daños, nos queda debiendo mucho a los mexicanos. Nos prometieron un 6% de promedio de crecimiento económico anual, en lugar del periodo comprendido entre los años 2010 y 2018, en el cual la economía mexicana creció a un promedio de 2.8%, sin embargo, el actual, el crecimiento del PIB a valores absolutos del 2023 es del -0.02 % con respecto al del 2018.

Es decir, al mal manejo de la pandemia, que produjo cientos de miles de fallecimientos y afectaciones, se le suma un pésimo manejo de la economía, que empezó con la cancelación del NAICM, de la cervecera Constellation Brands, posteriormente el robo de los 101 fideicomisos y ahora el robo de los ahorros de las personas mayores.

En materia de salud, en lugar de mejorar la de los pobres, eliminó el Seguro Popular desde su primer año de gobierno y antes de la pandemia, dejando a 30.3 millones de personas, principalmente pobres, sin acceso al sistema de salud y aumentando, sin precedente alguno en la historia de México, el número y porcentaje de personas con carencia social, además de la falta total de medicamentos, el fracaso total de la MEGA farmacia.

En lugar de ayudar a romper los ciclos intergeneracionales de pobreza, eliminó el mejor instrumento que tuvo el gobierno durante 5 sexenios para darles a los hijos de los pobres las oportunidades que sus padres no habían tenido. Específicamente, desmanteló el programa “Solidaridad-Prospera-Oportunidades-Progresa”, que centraba las transferencias gubernamentales en familias en situación de pobreza y las condicionaba a enviar a sus hijos a la escuela.

Asimismo, eliminó el Programa de Estancias Infantiles, por una supuesta corrupción que nunca pudieron demostrar. Yo lo solicité por oficio, por transparencia y en tribuna a Ariadna Montiel y a María Luisa Albores, las denuncias por la supuesta corrupción y cuántos imputados había. Nunca contestaron porque eran mentiras. El presupuesto se redujo al 50%, en un programa sin pies ni cabeza, de supuesta ayuda a madres y padres trabajadores que se entregaba solo a simpatizantes a la 4T. Desaparecieron un 90% de las Estancias Infantiles y los niños beneficiados nunca han sido cuantificados, porque simplemente el dinero se utilizó por los padres para otros rubros.

El programa estaba dirigido a madres que no cuentan con IMSS, ISSSTE u otra seguridad social, eran lugares con 1 encargada por cada 8 niños, les daban dos alimentos nutritivos supervisados por la autoridad, quizá el único alimento que tenían los niños en el día. Recibían estimulación temprana, los principios elementales educativos y en muchas de ellas podían cursar primer año de preescolar, condenaron a 1 millón de infantes al círculo de la pobreza. 400 mil que atendía el programa y 100 mil por año que se integraban al mismo.

La lógica que las madres o padres decidan si llevan o no, a los infantes, a una guardería, sería el mismo que si quitamos la educación obligatoria y les dieran el dinero a los padres para que ellos decidieran cómo educarlos. (Continuará).