/ jueves 15 de diciembre de 2022

El PAN no sabe gobernar

Por: Andrea Chávez Treviño

Hace unos días la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, anunció la intención del Gobierno del Estado de aumentar la tarifa del transporte público con la única excusa de que en años recientes no ha habido aumentos significativos en el costo, como si ese fuese motivo suficiente para tomar una decisión que, a todas luces, daña la economía de las y los chihuahuenses.

Además, aumentar la tarifa del transporte público y la revalidación vehicular detona un efecto cadena que provoca un alza de los precios de productos básicos del día a día. Pero qué podemos esperar de este gobierno, que en tan sólo un año ha dado muestras evidentes de que no sabe administrar el dinero del pueblo, y lo derrocha en lujos y banalidades.

La gobernadora es incapaz de entender que sus decisiones dificultan la vida de las familias, mientras el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador hace todo lo posible por mejorar la economía de la frontera: baja los precios de la gasolina, reduce el IVA y aumenta el salario mínimo de las trabajadoras y trabajadores.

Ella gasta el dinero de todos los chihuahuenses en sus caprichos: la Torre Centinela, en la que se gastará una irracional cantidad 4 mil 200 millones de pesos sin abonar verdaderamente a la seguridad, o la obra teatral La Golondrina y su Príncipe, que nos costó 35 millones de pesos. Es increíble el descaro con el que hacen sus negocios al amparo del poder.

A eso podemos sumarle el costo de los constantes viajes a Europa y a Estados Unidos, que son financiados con esos pellizcos que le dan al presupuesto. ¿Todavía no les quedará claro por qué no les alcanza el dinero para lo más básico que las y los chihuahuenses nos merecemos, aunque las diputadas y diputados de Morena aumentáramos el presupuesto del estado en más de 8,000 millones de pesos?

Es totalmente lógico y entendible el hartazgo, pues el PAN no sabe gobernar y vaya que nos ha salido caro: en el corto periodo que lleva este gobierno ya acumula deudas impagables que mis hijos y tus hijos van a tener que seguir pagando por la ineptitud y avaricia de un grupo pequeño de privilegiados que no se cansan de vivir a costa del pueblo.

El gobierno federal ha realizado una inversión enorme para amortiguar los efectos de la inflación mundial en México, pero sobre todo en el norte. Ha cumplido su promesa de mantener los estímulos fiscales y de subsidiar los combustibles para que cuesten incluso menos que en el resto del país; ha incrementado como nunca antes el salario mínimo, pasando de 88.36 a 207.44 pesos en cuatro años, y de 88.36 a 312.41 en el caso de la frontera norte.

Esto se acompaña del impulso a los programas sociales, como es el caso de la Pensión Para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que tendrá un aumento de mil pesos a partir de enero de 2023, y que reciben 300,000 chihuahuenses.

Se impulsa el rescate de espacios deportivos y culturales abandonados por décadas a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; se rescata la infraestructura hospitalaria que dejaron a medias, y se impulsa una recaudación justa con la regularización de autos “chuecos”, que además, mejorará las calles y pavimentos de nuestros municipios.

La diferencia es muy clara: mientras la 4T aumenta el salario mínimo, incrementa el monto de las pensiones, duplica los días de vacaciones, baja el precio de las gasolinas en la frontera y reduce el IVA; el gobierno panista de Chihuahua aprovecha para hacer un tarifazo al transporte público y castiga a nuestra gente con una revalidación carísima, dañando la economía de las familias.

Por: Andrea Chávez Treviño

Hace unos días la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, anunció la intención del Gobierno del Estado de aumentar la tarifa del transporte público con la única excusa de que en años recientes no ha habido aumentos significativos en el costo, como si ese fuese motivo suficiente para tomar una decisión que, a todas luces, daña la economía de las y los chihuahuenses.

Además, aumentar la tarifa del transporte público y la revalidación vehicular detona un efecto cadena que provoca un alza de los precios de productos básicos del día a día. Pero qué podemos esperar de este gobierno, que en tan sólo un año ha dado muestras evidentes de que no sabe administrar el dinero del pueblo, y lo derrocha en lujos y banalidades.

La gobernadora es incapaz de entender que sus decisiones dificultan la vida de las familias, mientras el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador hace todo lo posible por mejorar la economía de la frontera: baja los precios de la gasolina, reduce el IVA y aumenta el salario mínimo de las trabajadoras y trabajadores.

Ella gasta el dinero de todos los chihuahuenses en sus caprichos: la Torre Centinela, en la que se gastará una irracional cantidad 4 mil 200 millones de pesos sin abonar verdaderamente a la seguridad, o la obra teatral La Golondrina y su Príncipe, que nos costó 35 millones de pesos. Es increíble el descaro con el que hacen sus negocios al amparo del poder.

A eso podemos sumarle el costo de los constantes viajes a Europa y a Estados Unidos, que son financiados con esos pellizcos que le dan al presupuesto. ¿Todavía no les quedará claro por qué no les alcanza el dinero para lo más básico que las y los chihuahuenses nos merecemos, aunque las diputadas y diputados de Morena aumentáramos el presupuesto del estado en más de 8,000 millones de pesos?

Es totalmente lógico y entendible el hartazgo, pues el PAN no sabe gobernar y vaya que nos ha salido caro: en el corto periodo que lleva este gobierno ya acumula deudas impagables que mis hijos y tus hijos van a tener que seguir pagando por la ineptitud y avaricia de un grupo pequeño de privilegiados que no se cansan de vivir a costa del pueblo.

El gobierno federal ha realizado una inversión enorme para amortiguar los efectos de la inflación mundial en México, pero sobre todo en el norte. Ha cumplido su promesa de mantener los estímulos fiscales y de subsidiar los combustibles para que cuesten incluso menos que en el resto del país; ha incrementado como nunca antes el salario mínimo, pasando de 88.36 a 207.44 pesos en cuatro años, y de 88.36 a 312.41 en el caso de la frontera norte.

Esto se acompaña del impulso a los programas sociales, como es el caso de la Pensión Para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que tendrá un aumento de mil pesos a partir de enero de 2023, y que reciben 300,000 chihuahuenses.

Se impulsa el rescate de espacios deportivos y culturales abandonados por décadas a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; se rescata la infraestructura hospitalaria que dejaron a medias, y se impulsa una recaudación justa con la regularización de autos “chuecos”, que además, mejorará las calles y pavimentos de nuestros municipios.

La diferencia es muy clara: mientras la 4T aumenta el salario mínimo, incrementa el monto de las pensiones, duplica los días de vacaciones, baja el precio de las gasolinas en la frontera y reduce el IVA; el gobierno panista de Chihuahua aprovecha para hacer un tarifazo al transporte público y castiga a nuestra gente con una revalidación carísima, dañando la economía de las familias.