/ martes 23 de abril de 2024

El Parque Orión, legado con propósito

Este año, el Parque Orión del Tec de Monterrey cumple 15 años de haber iniciado operaciones. La verdad, parece que fue ayer. En ese entonces había una estrategia de la institución por desarrollar infraestructura para albergar empresas de tecnología, incubar proyectos tecnológicos, acelerar empresas, desarrollar esquemas de apoyo financiero para jóvenes que deseaban hacer de una idea, una realidad. El propósito de contar en la ciudad con espacios que promuevan, faciliten y apoyen las inquietudes de los jóvenes hacia proyectos tecnológicos. Tuve la oportunidad de conocer decenas de parques tecnológicos en el mundo y con este antecedente transmitir a los arquitectos lo que pudiera ser un esquema de acuerdo con la ciudad y la institución. Todavía recuerdo las decenas de desayunos y comidas con empresarios al lado de don Federico Terrazas para financiar este proyecto tan ambicioso. Yo presentaba lo que deseábamos fuera el Parque Tecnológico y don Federico hablaba en la última filmina (la cantidad solicitada al empresario o gobierno), muchos empresarios preguntaban “¿..y qué tengo yo a cambio..?” A lo que don Federico respondía continuamente: “..Un Chihuahua de vanguardia hacia una mejor calidad de vida..”. El primer edificio sería donde una empresa movería su centro de diseño, principalmente electrónica para la industria automotriz, cinco años, dándole seguimiento para que tomaran la decisión de ubicarse en esa instalación. Después vino el segundo edificio PIT2 (Parque de Innovación y Transferencia de Tecnología), donde se decidió arrancar el programa “landing”, albergar empresas de software, automatización o electrónica, que bajo convenio apoyarían fuertemente la vinculación con la institución, característica que ha conservado durante los años. Asimismo, se impulsó el programa de incubación para proyectos de las mismas áreas, integrando algunas otras como biotecnología. En la misma época se creó el Club de Inversionistas, tratando de iniciar una cultura de financiamiento a proyectos tecnológicos (muy adelantado a la época). Características interesantes de este edificio son, el primer edificio universitario en América Latina con certificación LEED (eficiencia energética y ambiental), con paneles solares, aerogeneradores, planta de reciclado, etc. Salas para juntas, eventos, salas con computadoras, cafetería, etc. instalaciones de vanguardia. Vino la época de la industria aeroespacial en la ciudad y se desarrolla el PIT3, con una estructura-fachada que asemeja a la forma del avión steath, donde se integra la aceleradora, el innovaction gym, laboratorios de mecánica, maderas, termoformado, cerámica y un Fablab (laboratorio de fabricación).

Ya integrando los tres edificios es el Parque Orión (tres estrellas) donde jóvenes, emprendedores y empresarios encuentran los espacios de acuerdo con sus necesidades. Un compañero me dice: ¿Sabías que Orión es la constelación donde nacen nuevas estrellas?. Y así ha sido a lo largo de los años, es un complemento para la institución y la comunidad, donde se vive el ambiente emprendedor. Su esencia es la vivencia, dejando atrás las aulas y convirtiéndose en un ícono del emprendimiento, la innovación y la tecnología, que, a lo largo de los años ha generado centenas de empresas, centenares de emprendedores, centenares de eventos hacia una cultura en nuestra ciudad. A la fecha, conservando sus programas, áreas y visión seguirá siendo un parque ejemplo a nivel internacional, principalmente por su impacto en la comunidad y aportación al desarrollo en la región. ¡Felicidades a Orión! y a todos los que de una u otra forma han contribuido a este gran legado.


Este año, el Parque Orión del Tec de Monterrey cumple 15 años de haber iniciado operaciones. La verdad, parece que fue ayer. En ese entonces había una estrategia de la institución por desarrollar infraestructura para albergar empresas de tecnología, incubar proyectos tecnológicos, acelerar empresas, desarrollar esquemas de apoyo financiero para jóvenes que deseaban hacer de una idea, una realidad. El propósito de contar en la ciudad con espacios que promuevan, faciliten y apoyen las inquietudes de los jóvenes hacia proyectos tecnológicos. Tuve la oportunidad de conocer decenas de parques tecnológicos en el mundo y con este antecedente transmitir a los arquitectos lo que pudiera ser un esquema de acuerdo con la ciudad y la institución. Todavía recuerdo las decenas de desayunos y comidas con empresarios al lado de don Federico Terrazas para financiar este proyecto tan ambicioso. Yo presentaba lo que deseábamos fuera el Parque Tecnológico y don Federico hablaba en la última filmina (la cantidad solicitada al empresario o gobierno), muchos empresarios preguntaban “¿..y qué tengo yo a cambio..?” A lo que don Federico respondía continuamente: “..Un Chihuahua de vanguardia hacia una mejor calidad de vida..”. El primer edificio sería donde una empresa movería su centro de diseño, principalmente electrónica para la industria automotriz, cinco años, dándole seguimiento para que tomaran la decisión de ubicarse en esa instalación. Después vino el segundo edificio PIT2 (Parque de Innovación y Transferencia de Tecnología), donde se decidió arrancar el programa “landing”, albergar empresas de software, automatización o electrónica, que bajo convenio apoyarían fuertemente la vinculación con la institución, característica que ha conservado durante los años. Asimismo, se impulsó el programa de incubación para proyectos de las mismas áreas, integrando algunas otras como biotecnología. En la misma época se creó el Club de Inversionistas, tratando de iniciar una cultura de financiamiento a proyectos tecnológicos (muy adelantado a la época). Características interesantes de este edificio son, el primer edificio universitario en América Latina con certificación LEED (eficiencia energética y ambiental), con paneles solares, aerogeneradores, planta de reciclado, etc. Salas para juntas, eventos, salas con computadoras, cafetería, etc. instalaciones de vanguardia. Vino la época de la industria aeroespacial en la ciudad y se desarrolla el PIT3, con una estructura-fachada que asemeja a la forma del avión steath, donde se integra la aceleradora, el innovaction gym, laboratorios de mecánica, maderas, termoformado, cerámica y un Fablab (laboratorio de fabricación).

Ya integrando los tres edificios es el Parque Orión (tres estrellas) donde jóvenes, emprendedores y empresarios encuentran los espacios de acuerdo con sus necesidades. Un compañero me dice: ¿Sabías que Orión es la constelación donde nacen nuevas estrellas?. Y así ha sido a lo largo de los años, es un complemento para la institución y la comunidad, donde se vive el ambiente emprendedor. Su esencia es la vivencia, dejando atrás las aulas y convirtiéndose en un ícono del emprendimiento, la innovación y la tecnología, que, a lo largo de los años ha generado centenas de empresas, centenares de emprendedores, centenares de eventos hacia una cultura en nuestra ciudad. A la fecha, conservando sus programas, áreas y visión seguirá siendo un parque ejemplo a nivel internacional, principalmente por su impacto en la comunidad y aportación al desarrollo en la región. ¡Felicidades a Orión! y a todos los que de una u otra forma han contribuido a este gran legado.