#UnRetoMas
Las finanzas públicas de México para 2024 se podrían resumir en dos términos: deuda y déficit presupuestario.
Mientras el Presiente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aseguró el mes pasado que su administración está “…haciendo mucho más con menos”, hoy todos los mexicanos tenemos otros datos.
La propuesta del Paquete Económico 2024 que entrega la Secretaría de Hacienda (Poder Ejecutivo) a la Cámara de Diputados, una especie de programación y planeación del presupuesto del siguiente año, se basa en impulsar el gasto a través de un mayor déficit público; lo que expertos consideran una situación preocupante que “…sorprende ya que ni en la pandemia se pretendió elevar tanto el gasto…”, dejando a nuestro país con un endeudamiento sin precedentes y un mayor costo financiero.
Alejandra Macías Sánchez, Directora Ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), considera que el próximo será el “…endeudamiento más grande que se ha visto en los últimos años”. Se espera que se gaste un 5% más comparado con 2023, gasto que se concentrará básicamente en pensiones y en cubrir el costo de la deuda.
Por un lado, el presupuesto será más de 9 billones de pesos de los cuales se tendrá un déficit, es decir una deuda, de cerca de 2 billones de pesos. Por otro lado, los gastos de pensiones de este gobierno representan más de la cuarta parte de todo el presupuesto anual. Lo cual es insostenible por más que se quiera apoyar a la gente. Según expertos del CIEP “La preocupación está en el hecho de que ningún crecimiento económico nos va a ayudar a pagar estas pensiones”; considerando además que, como país, estamos creciendo sólo entre un 2 y 3%. Es decir, no tenemos recursos suficientes para pagar estas pensiones y encima de eso tenemos que solventar una deuda con altas tasas de interés.
Aunque éste siempre haya sido un tema complejo para la mayoría, hoy nos debiera preocupar a todos. La falta de información o comprensión de este tema no significa, para nada, que no impacte directamente la vida de cada una de las personas que vivimos en este país; sobretodo tomando en cuenta que este “dinero” lo ponemos todos a la hora que pagamos nuestros impuestos.
Todo esto nos afecta directamente como ciudadanos; no únicamente porque el crecimiento del país en el que vivimos se detiene sino porque, con esto, el propio Gobierno Federal, se está imposibilitando a si mismo poder cumplir con su deber de invertir en generar políticas públicas (invertir en seguridad, educación, infraestructura, tecnología, etc.) que realmente sirvan a su gente. Ejemplo de esto será su incapacidad para cumplir con su deber, y ya atrasado compromiso, de financiar suficientemente el sistema de Salud Pública para que todos los mexicanos estén bien atendidos. Encima de esto se está destinando cada vez menos a inversión, que es la que pudiera ayudar a rescatar la economía de nuestro país.
La misma Secretaría de Hacienda proyecta implicaciones muy importantes para las siguientes generaciones. Que, aunque no se perciben de manera inmediata, son una especie de bola de nieve que venimos arrastrando toda esta administración, del actual gobierno de López Obrador, y se verán reflejadas a mediano y largo plazo. Sumándole una promesa más incumplida de no generar más deuda a nuestro país durante su administración.
Según el análisis del CIEP el actual gobierno federal deja una gran deuda social. Nos deja un sistema de salud precario; una enorme brecha en el sistema educativo; una creciente deuda hacia el medio ambiente y un gasto de inversión menor a lo recomendado. Comprobándonos que hoy, en realidad, se está haciendo mucho menos y se está gastando mucho más.
