Por: Víctor Gómez Céspedes
En mi participación anterior comenté sobre cómo se fue conformando el Proyecto Chihuahua Green City, y cómo pasamos de descubrir el potencial de las industrias chihuahuenses a enlistar importantes oportunidades para implementar proyectos de circularidad empresarial.
En esta oportunidad concentraré su atención en la primera oportunidad detectada y priorizada bajo el número 1, los Residuos Plásticos.
Desde sus inicios, los materiales plásticos nacieron como una solución para la sustitución de los escasos recursos no sostenibles. Desde entonces, nos han ayudado a ahorrar energía, emisiones de CO2, agua, y también a reducir el desperdicio de alimentos en toda la cadena alimentaria, aportando seguridad, higiene, confort, bienestar y salud a nuestra sociedad.
Hoy es imposible imaginar un mundo sin plástico por la importancia que posee en nuestras vidas, cubriendo necesidades en todos los rubros (envases y embalajes, construcción, electrónica, transporte y salud, entre otros), ofreciendo un abanico infinito de productos.
Inclusive los plásticos nos ayudan a salvar vidas humanas en sus amplias aplicaciones en la industria médica, así como facilitándonos todo tipo de herramientas y soluciones.
Sin embargo, no todo ha sido beneficio; lamentablemente cada año acaban en los océanos entre 5 a 13 millones de toneladas de plástico, suponiendo el 80% de la basura marina. Se trata de un daño medio ambiental, económico y para la salud pública que obliga a los distintos agentes a abordar con amplia seriedad este grave problema.
Para ello es clave apostar por la innovación desde diferentes perspectivas, y la interconexión de diversas cadenas de valor, desde una visión integradora y global.
La producción mundial del plástico se ha multiplicado 20 veces desde los años 60 hasta la fecha, llegando a los 380 millones de toneladas en 2015, y se espera que se duplique en los próximos 20 años. “Las soluciones pasan por encontrar materiales plásticos duraderos, reutilizables y que permitan un reciclado de alta calidad”.
En este sentido, en Chihuahua Green City estaremos impulsando actividades con las empresas generadoras de residuos plásticos, para crear una certificación verde donde estas mismas compañías puedan comprar productos plásticos fabricados a través de resinas recuperadas de sus propios desechos, lo que por ende generaría una Economía Circular entre negocios de la región.
Nuestro proyecto contempla el impulso para la atracción de inversión, debido a que es necesario que productos como bolsas, strecth film, bolsa termo-encogible y fleje se produzcan en la ciudad de Chihuahua, reduciendo de forma importante la huella de carbón de las compañías locales, así como la de la cadena de suministro, generando nuevos empleos con especialistas en la recuperación de materias primas recicladas que se usen para la fabricación bajo los estándares más altos de calidad.
En mi próximo análisis hablaré sobre la oportunidad detectada para la utilización de agua tratada en procesos industriales. Hasta pronto.
