/ domingo 3 de julio de 2022

Residuos de la Construcción y Demolición, nuestro camino a la circularidad

Por: Víctor Gómez Céspedes

Continuando con la divulgación de las grandes oportunidades que tienen las empresas locales para valorizar sus residuos y generar ahorros y beneficios económicos, sociales y medioambientales, y que fueron dadas a conocer durante el gran Foro México – Unión Europea sobre Economía Circular, destacaremos hoy el tratamiento de los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) como un detonante importante para la competitividad de nuestra ciudad y el estado.

Aprovecho para agradecer a Jorge Meza, Clúster Manager del Clúster de la Construcción de Chihuahua, y a Felipe Fong, de la empresa Copachisa, quienes amablemente aceptaron mi invitación a participar en el Pánel 5, en el que abordamos, desde varias perspectivas, este gran desafío que tiene nuestra localidad.

En esa ocasión, Pablo Van Den Bosch, de la empresa Madaster, pudo mostrarnos cómo a través de una innovadora plataforma digital se puede registrar la estructura de los edificios, los materiales y productos que se utilizaron para su construcción, lo que sin duda facilita su reutilización y fomenta la generación de diseños inteligentes, que eliminan en su gran mayoría los desperdicios.

Al aplicar este método, cada edificación se convierte en un “depósito de materiales”, por lo que Pablo nos compartió cómo esta plataforma apoya a los usuarios en la organización, gestión y utilización de datos durante toda la vida útil de las construcciones y sus objetos.

Sin duda, la participación de grandes actores de la industria de la construcción de Chihuahua en tan importante evento nos ayuda y nos guía hacia la posibilidad de adoptar, y en su caso adaptar, esta tecnología, para evitar que los desechos en este giro industrial lleguen al Relleno Sanitario o sean vertidos en arroyos, que a la postre resultan un obstáculo en el flujo de los caudales por los que transitan las aguas de las lluvias y pueden generar desastres con pérdidas económicas y humanas muy lamentables.

Para redondear un poco este tema en cifras, les comparto que, según datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, se recolectan al día 500 metros cúbicos de estos desechos, sólo en esa localidad, lo cual nos habla de la dimensión, pero a la vez gran oportunidad, que se tiene.

En este momento, y viendo hacia el futuro de Chihuahua, estamos en el momento de la disyuntiva para que los RCD se documenten en una plataforma digital calificada (Marketplace), y que con esta los profesionales de la construcción puedan reutilizar los desechos u objetos desaprovechados en nuevas construcciones y edificaciones, fomentando así el tránsito de nuestras actividades industriales hacia la Economía Circular.

En Chihuahua Green City, ya estamos explorando nuevas alternativas (casos ejemplares), con empresas locales; hemos avanzando en la vinculación entre ellas para lograr que los residuos que hoy simplemente desechan, puedan ser valorizados y posteriormente reincorporados a las cadenas productivas, propiciando así nuevos productos, empleos y compañías “verdes”.

De lo que se trata es de unir esfuerzos, hacer sinergias, porque estamos en un punto de inflexión en materia climática, en el que no tenemos otra salida más que sumergirnos en las nuevas metodologías como la Simbiosis Industrial, en la que ya somos identificados como punta de lanza en México y que sin duda ayudará a impulsar a nuestra ciudad como la capital “verde” del país.


Por: Víctor Gómez Céspedes

Continuando con la divulgación de las grandes oportunidades que tienen las empresas locales para valorizar sus residuos y generar ahorros y beneficios económicos, sociales y medioambientales, y que fueron dadas a conocer durante el gran Foro México – Unión Europea sobre Economía Circular, destacaremos hoy el tratamiento de los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) como un detonante importante para la competitividad de nuestra ciudad y el estado.

Aprovecho para agradecer a Jorge Meza, Clúster Manager del Clúster de la Construcción de Chihuahua, y a Felipe Fong, de la empresa Copachisa, quienes amablemente aceptaron mi invitación a participar en el Pánel 5, en el que abordamos, desde varias perspectivas, este gran desafío que tiene nuestra localidad.

En esa ocasión, Pablo Van Den Bosch, de la empresa Madaster, pudo mostrarnos cómo a través de una innovadora plataforma digital se puede registrar la estructura de los edificios, los materiales y productos que se utilizaron para su construcción, lo que sin duda facilita su reutilización y fomenta la generación de diseños inteligentes, que eliminan en su gran mayoría los desperdicios.

Al aplicar este método, cada edificación se convierte en un “depósito de materiales”, por lo que Pablo nos compartió cómo esta plataforma apoya a los usuarios en la organización, gestión y utilización de datos durante toda la vida útil de las construcciones y sus objetos.

Sin duda, la participación de grandes actores de la industria de la construcción de Chihuahua en tan importante evento nos ayuda y nos guía hacia la posibilidad de adoptar, y en su caso adaptar, esta tecnología, para evitar que los desechos en este giro industrial lleguen al Relleno Sanitario o sean vertidos en arroyos, que a la postre resultan un obstáculo en el flujo de los caudales por los que transitan las aguas de las lluvias y pueden generar desastres con pérdidas económicas y humanas muy lamentables.

Para redondear un poco este tema en cifras, les comparto que, según datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, se recolectan al día 500 metros cúbicos de estos desechos, sólo en esa localidad, lo cual nos habla de la dimensión, pero a la vez gran oportunidad, que se tiene.

En este momento, y viendo hacia el futuro de Chihuahua, estamos en el momento de la disyuntiva para que los RCD se documenten en una plataforma digital calificada (Marketplace), y que con esta los profesionales de la construcción puedan reutilizar los desechos u objetos desaprovechados en nuevas construcciones y edificaciones, fomentando así el tránsito de nuestras actividades industriales hacia la Economía Circular.

En Chihuahua Green City, ya estamos explorando nuevas alternativas (casos ejemplares), con empresas locales; hemos avanzando en la vinculación entre ellas para lograr que los residuos que hoy simplemente desechan, puedan ser valorizados y posteriormente reincorporados a las cadenas productivas, propiciando así nuevos productos, empleos y compañías “verdes”.

De lo que se trata es de unir esfuerzos, hacer sinergias, porque estamos en un punto de inflexión en materia climática, en el que no tenemos otra salida más que sumergirnos en las nuevas metodologías como la Simbiosis Industrial, en la que ya somos identificados como punta de lanza en México y que sin duda ayudará a impulsar a nuestra ciudad como la capital “verde” del país.