/ domingo 15 de noviembre de 2020

¡Ya salió el peine!


“¿Cuál peine? Ninguno. ‘Ya salió el peine’ es una frase que decimos cuando aparece el verdadero motivo o causa de una cosa, de algún asunto o conflicto. La palabra ‘ya’ es un adverbio de tiempo que da lugar a un montón casi infinito de refranes como el del citado peine” (Ricardo Espinosa, articulista de El Sol de México).

El pasado martes 9 de noviembre se realizó la Convención Nacional Ciudadana convocada por el magnate Claudio X González Guajardo, titular de la Organización No Gubernamental (ONG) México contra la Corrupción y la impunidad (MCCI), y su achichincle Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), ambos, fundadores de la organización de la derecha defensora del neoliberalismo, denominada “Sí por México”, que, como señalé en mi Reflexión En Voz Alta el 10 de octubre pasado, se opone a que el Estado regule las políticas económicas y financieras, el mercado y compita con la iniciativa privada.

Gustavo de Hoyos dijo que, a dicha agrupación, se integrarán diversos grupos civiles y organismos no gubernamentales en pro de “el diálogo y la unidad; el derecho a pensar diferente; un México más justo; el combate formal a la corrupción; escucharnos unos a otros, sobre todo a otras”.

Mintió. La referida Convención Nacional Ciudadana dejó en claro que “Sí por México” dista mucho de ser una organización civil que abogue por el “diálogo y la unidad” de los mexicanos y, mucho menos promueva un “México más justo” y combata “la corrupción”.

Por lo contrario, puso al desnudo que es una plataforma que da sustento a las organizaciones civiles adversarias de la 4ta Transformación, pero también a los partidos opositores (PAN, PRI, PRD y MC) “todos unidos contra Morena”, los cuales se han sumado a “Sí por México” con la finalidad de desbancar a Morena de la Cámara de Diputados y con ello poner freno a las políticas de bienestar social y la de austeridad republicana puestas en marcha por la actual administración, que los tienen sumamente irritados.

El PRIPAN, el PRD y MC tienen en claro que por sí mismos corren el riesgo de ser de nueva cuenta avasallados electoralmente como en 2018, por lo que, para sobrevivir, no les queda de otra más que estructurar una pragmática “alianza de facto”, diferenciada ideológica y políticamente desde sus orígenes históricos. De ese tamaño es su vulnerabilidad y codicia.

Por lo que se refiere a los diez gobernadores de la “Alianza Federalista”, si bien es cierto que hasta ahora formalmente no se han sumado a “Sí por México”, bajo cuerdas, buscan consolidar una coalición con sus partidos y por supuesto con el sector empresarial, para crear un frente electoral en sus entidades para que en los próximos comicios del 2021, Morena pierda la mayoría de la Cámara de Diputados y, con ello, poner freno a las reformas constitucionales económicas, sociales y fiscales que, según ellos, vulneran sus presupuestos con la política de austeridad fiscal propuesta por el presidente de la república, la cual fue aprobada recientemente por la mayoría de legisladores morenistas de la Cámara de Diputados y senadores.

Lo que pretenden en el fondo “Sí por México” y sus arrimados partidos y gobernadores, e intelectuales orgánicos, es provocar un “voto de castigo” a Andrés Manuel López Obrador para revocar su mandato en 2022 y a la par, regenerar el sistema neoliberal que tanto añoran.

Esto es, como bien lo señala el periodista Ricardo Espinosa, el verdadero motivo por el que se han sumado unos y otros.

Veremos y diremos qué sigue y en qué termina.



“¿Cuál peine? Ninguno. ‘Ya salió el peine’ es una frase que decimos cuando aparece el verdadero motivo o causa de una cosa, de algún asunto o conflicto. La palabra ‘ya’ es un adverbio de tiempo que da lugar a un montón casi infinito de refranes como el del citado peine” (Ricardo Espinosa, articulista de El Sol de México).

El pasado martes 9 de noviembre se realizó la Convención Nacional Ciudadana convocada por el magnate Claudio X González Guajardo, titular de la Organización No Gubernamental (ONG) México contra la Corrupción y la impunidad (MCCI), y su achichincle Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), ambos, fundadores de la organización de la derecha defensora del neoliberalismo, denominada “Sí por México”, que, como señalé en mi Reflexión En Voz Alta el 10 de octubre pasado, se opone a que el Estado regule las políticas económicas y financieras, el mercado y compita con la iniciativa privada.

Gustavo de Hoyos dijo que, a dicha agrupación, se integrarán diversos grupos civiles y organismos no gubernamentales en pro de “el diálogo y la unidad; el derecho a pensar diferente; un México más justo; el combate formal a la corrupción; escucharnos unos a otros, sobre todo a otras”.

Mintió. La referida Convención Nacional Ciudadana dejó en claro que “Sí por México” dista mucho de ser una organización civil que abogue por el “diálogo y la unidad” de los mexicanos y, mucho menos promueva un “México más justo” y combata “la corrupción”.

Por lo contrario, puso al desnudo que es una plataforma que da sustento a las organizaciones civiles adversarias de la 4ta Transformación, pero también a los partidos opositores (PAN, PRI, PRD y MC) “todos unidos contra Morena”, los cuales se han sumado a “Sí por México” con la finalidad de desbancar a Morena de la Cámara de Diputados y con ello poner freno a las políticas de bienestar social y la de austeridad republicana puestas en marcha por la actual administración, que los tienen sumamente irritados.

El PRIPAN, el PRD y MC tienen en claro que por sí mismos corren el riesgo de ser de nueva cuenta avasallados electoralmente como en 2018, por lo que, para sobrevivir, no les queda de otra más que estructurar una pragmática “alianza de facto”, diferenciada ideológica y políticamente desde sus orígenes históricos. De ese tamaño es su vulnerabilidad y codicia.

Por lo que se refiere a los diez gobernadores de la “Alianza Federalista”, si bien es cierto que hasta ahora formalmente no se han sumado a “Sí por México”, bajo cuerdas, buscan consolidar una coalición con sus partidos y por supuesto con el sector empresarial, para crear un frente electoral en sus entidades para que en los próximos comicios del 2021, Morena pierda la mayoría de la Cámara de Diputados y, con ello, poner freno a las reformas constitucionales económicas, sociales y fiscales que, según ellos, vulneran sus presupuestos con la política de austeridad fiscal propuesta por el presidente de la república, la cual fue aprobada recientemente por la mayoría de legisladores morenistas de la Cámara de Diputados y senadores.

Lo que pretenden en el fondo “Sí por México” y sus arrimados partidos y gobernadores, e intelectuales orgánicos, es provocar un “voto de castigo” a Andrés Manuel López Obrador para revocar su mandato en 2022 y a la par, regenerar el sistema neoliberal que tanto añoran.

Esto es, como bien lo señala el periodista Ricardo Espinosa, el verdadero motivo por el que se han sumado unos y otros.

Veremos y diremos qué sigue y en qué termina.