Mantienen en conservación desde hace más de 115 años el imponente Palacio de Alvarado en el sur de Chihuahua, residencia donde el parralense Pedro Alvarado logró dedicar su amor hacia Virginia Griensen, su esposa. Fue en 1906 cuando se terminó de construir el palacio en la ciudad de Hidalgo del Parral, una construcción única en todo el mundo. Abierta a la comunidad en general, desde los inicios del siglo XXI, cuando la última propietaria del lugar, nieta de Pedro Alvarado, vendió las instalaciones al Gobierno del Estado por una cantidad inferior a los 15 millones de pesos.
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Catalogado como un "Palacio de Amor", la residencia de don Pedro Alvarado permanece intacta con el pasar del tiempo desde hace más de cien años, conservando todas las habitaciones que eran usadas por la familia, desde los dormitorios, baños, comedor y hasta el tradicional Salón Rojo.
A unos metros del Centro de Parral, se encuentra uno de los edificios más icónicos de México durante los años de los 90s y que actualmente es una casa museo, que permite visualizar y contemplar obras arquitectónicas hechas por extranjeros.
Según cuenta la historia, Pedro de Alvarado recibió en herencia la mina La Palmilla de la cual, se extraía suficiente cantidad de minerales naturales como la plata y el oro, hecho que le dio la bonanza minera.
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Esposo de Virginia Griensen Zambrano, Pedro de Alvarado comenzó a incrementar su riqueza y a su vez, a apoyar a la comunidad parralense, ya que era considerado como un filántropo, teniendo un enorme ventanal para entregar apoyos económicos a los más necesitados.
Es un espacio donde se destaca la solemnidad, la pureza y lo real, con todos los muebles originales, tapetes y techos traídos desde el extranjero, así como pinturas sobre la pared, que fueron hechas por personas provenientes de otros países como Alemania.
El Palacio de Alvarado cuenta con dos plantas, ambas construidas a finales del año 1880 y terminada de construir en 1906, sin embargo, destacan que Virginia Griensen, esposa del minero y dueño del palacio, murió en 1905, por lo tanto, el inmueble lleva la dedicación hacia su esposa, hacia el amor.
Así como el Palacio Alvarado, joya arquitectónica del siglo XX, la ciudad de Parral al sur de Chihuahua recuerda la época colonial, donde se cuenta de igual forma, con la Casa Stallforth.
Nota publicada en: El Sol de Parral