Las Fiestas Patrias e incluso las de Año Nuevo son motivo de algarabía en México y una de las costumbres entre los más pequeños y no tan pequeños de las familias en nuestro país es la quema de pirotecnia, pero si bien esto es motivo de diversión para los humanos, para los amigos de cuatro patas puede representar un acto de tortura, pero existe una manera de disminuir esto.
Y es que, si bien con un manejo responsable los humanos pueden estar exentos de sufrir daños, los tronidos de estos artefactos pueden provocarle hasta un paro cardiaco tanto a perros como a gatos, por lo que te contaremos más al respecto de lo que les sucede a las mascotas con el ruido de la pirotecnia, así como algunos consejos para aminorar sus efectos en los peluditos.
¿Qué les sucede a las mascotas con el tronido de la pirotecnia?
Lo primero que hay que puntualizar es que la pirotecnia consiste en materiales explosivos, lo que causa daños en el oído de muchos animales debido a que este órgano es más sensible que el de los humanos, lo que los estallidos les resultan perturbadores, además de que se ve dañada su capacidad auditiva, pues pueden emitir sonidos de hasta 190 decibelios.
Las afectaciones tras un estallido de este estilo pueden ser pérdida de audición y tinnitus, es decir percibir oír ruidos que no se corresponden con ningún sonido externo, por lo que estos sonidos les causan miedos que pueden convertirse en fobias, incluso es considerada como la quinta causa de desaparición de mascotas de casa, al buscar refugiarse del “enemigo”.
Cabe señalar que otros de los efectos pueden ser químicos, pues tras explotar suelen liberar partículas nocivas, por lo que si existe alguna enfermedad en los amigos de cuatro patas se pueden desencadenar otros males al respirar estas sustancias, además de que su caída en sitios donde desconocido les puede provocar quemaduras a otros animales.
¿Cómo se pueden disminuir los efectos de la pirotecnia en mascotas?
Un método conocido para poder tranquilizar a las mascotas es el de Tellington Ttouch, el cual consiste en vendar algunas zonas del cuerpo del perro en forma estratégica, misma táctica que puede ser acompañada por una serie de toques realizados con los dedos de manera circular, pues al colocar las vendas y sentir la tela la mascota se sentirá protegida y podrá relajarse.
La recomendación es utilizar una venda elástica de 12 centímetros de ancho colocándola al centro primero sobre el pecho de la mascota, posteriormente cruzándola por encima del lomo, luego cruzándola por su vientre y finalmente subiendo poco arriba del rabo, anudándola lejos de su columna vertebral, esto permitiendo su adaptación a estímulos externos.
Finalmente, otras de las soluciones pueden ser acondicionar el hogar para que permanezca aislado a estos sonidos, llevar a tu mascota a un lugar seguro al permanecer a su lado; en el caso de los gatos una caja de cartón con una cobija en el interior puede funcionar a manera de refugio e incluso existen tratamientos de hormonas sintéticas que los ayuda a reducir el miedo.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla