En esta nota estamos a favor del Grinch. Pensamos que no es el villano que nos han querido hacer creer. Está bien, robó los regalos de Villa Quién e intentó arruinar la Navidad, pero tenía sus motivos. Nadie es perfecto. Además, a favor de la verdad, los Quién no habían sido especialmente amables con él, hay suficientes razones para comprobarlo.
La historia del “Qué” al que no le gustaba la Navidad
Cuando Cindy pregunta por el Grinch, nadie quiere hablar con ella y la niña tiene curiosidad. El Grinch, en palabras de su padre, Lou Lou Quien, “es un Quién, que no es un Quién, es un Qué, al que no le gusta la Navidad”.
Los Quién rechazan al Grinch porque él no adora las festividades decembrinas. De hecho, él prefiere el olor a putrefacción, antes de las compras desmedidas. Además, no disfruta de la compañía de sus semejantes, prefiere “contemplar el abismo, acostarse, mirar el techo y deslizarse rumbo a la locura”. Sin embargo, no siempre fue así.
¿Por qué el Grinch se desilusionó del mundo y de la Navidad?
- El miedo a lo diferente
Desde bebé, el Grinch fue diferente, no era igual a ningún otro Quién. Él era verde y peludo, los demás se extrañaban de su aspecto y lo consideraban diferente a ellos.
Para nadie es un secreto: cuando alguien es rechazado, tiende a desarrollar sentimientos de resentimiento y soledad.
- Sus compañeros lo molestaban
August Quién, antes de convertirse en el alcalde de Villa Quién, era un niño un tanto envidioso. Celoso del Grinch, pues este tenía la atención de Martha Quiénvier, comenzó a burlarse del aspecto de su compañero. Se reía de su barba y le aseguraba que nadie nunca iba a fijarse en él.
- Falta de empatía
Si los niños no aceptaban al Grinch, los adultos tampoco lo hacían. Un día el Grinch se presenta a la escuela con una bolsa café cubriendo su cabeza. La maestra, en lugar de suponer que algo malo ocurre con el niño, le obliga a descubrir su rostro enfrente de toda la clase. El resultado, todo el salón estalló en burlas. Él había intentado afeitar su barba sin éxito.
- Los Quién llenaban la casa del Grinch de basura
Harto del comportamiento de los Quién, el Grinch escapó rumbo a las montañas y allí estableció su hogar, en compañía de su mascota Max. Aun así, no podía escapar de la basura de los Quién (literal).
En percepción de Cindy Lou Quién, la Navidad se había convertido en una celebración superflua, donde reinaba el materialismo y se había perdido su verdadero objetivo: establecer lazos de armonía con los demás.
Los Quién compraban y compraban regalos, para después desecharlos. Todos esos desperdicios iban a parar a la montaña, cerca de la casa del Grinch.
- Lo trataban como un objeto de exhibición
Al inicio de la película, un grupo de jóvenes se adentra a las montañas buscando ver al Grinch, como si se tratara de un objeto en exhibición.
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Al parecer, esta era una práctica habitual entre los Quién, pues incluso el Grinch tenía trampas preparadas para evitar la presencia de los intrusos.
¿Se te ocurre alguna otra razón por la cual el Grinch no es el verdadero villano de la película? Desde la perspectiva de este Qué, las personas no son tan amables ni tan comprensivas como dicen ser.
Los Quién pretendían vivir el espíritu de la Navidad, pero olvidaron un detalle importante: el derecho de los demás a ser diferentes.
Publicado originalmente en El Sol de Tampico