Con la llegada de octubre comienzan a notarse las decoraciones para ciertas festividades, una de las más conocidas es el ‘Día de brujas’ o Halloween. La decoración más común es una calabaza iluminada, pero ¿por qué? Te contamos por qué las calabazas se asocian con Halloween.
Durante la época de Halloween, se suelen ver calabazas talladas de forma grotesca o cómica con una luz en su interior. Pero ¿por qué eta verdura anaranjada se asocia tanto con la noche de brujas? Bueno, para explicar esto debemos remontarnos al origen del Halloween en sí.
Origen del Halloween
Esta celebración tuvo su origen en el festival Samhain, parte de la antigua religión celta, el pueblo que ocupó países como Escocia, Gales, Irlanda y parte de Francia dos mil años atrás.
Samhain era como se nombraba al señor de la muerte, la traducción literal de su nombre significaba ‘el fin del verano’. Los pueblos antiguos asociaban los días fríos y oscuros con la muerte. Además de creer que existía una barrera entre el mundo de los humanos y de los espíritus que se abría al final del verano.
Esto permitía que los fantasmas rondarán por la tierra. Es por eso que el 31 de octubre, las almas de los muertos regresaban a sus hogares, junto a otros seres como brujas, duendes y elfos, que salían a acosar a quienes les habían hecho daño en vida.
A medida que el cristianismo suplantó los ritos paganos, este festival se convirtió en la Víspera de Todos los santos, (en inglés se le conoce como All Hallows Eve, cuya contracción quedó como Halloween), celebrada antes del día de todos los santos.
¿Entonces por qué las calabazas?
Bueno, esto inició en Irlanda, pues aquí existía una tradición que consistía en convertir nabos tallados en lámparas, en alusión a la leyenda de Jack o’ Lantern.
Cuenta la leyenda que un tal Jack hizo un pacto con el diablo que salió mal, lo que le hizo estar condenado a rondar la noche eterna, iluminando su camino con un trozo de carbón incandescente dentro de un nabo tallado con agujeros. Debido a esto, los lugareños comenzaron a cargar con estas lámparas ‘Jack o’ Lantern’.
Estas eran dejadas a las afueras de las casa para ahuyentar a los malos espíritus. ¿Y las calabazas?
Durante el siglo XIX, oleadas de inmigrantes irlandeses llegaron a los Estados Unidos, encontrando un nuevo fruto endémico de la región que también era fácil de tallar: la calabaza.
Este vegetal redondo y anaranjado se cosecha en EU durante el otoño, y es por eso que se asocia a la celebración de Halloween en este país.
Tradicionalmente se corta la parte superior del tazo en forma de tapa, se raspa todo el interior hasta dejarla hueca. A partir de ahí se suelen cortar agujeros en forma de ojos y bocas para finalmente colocar una vela en su interior.
A día de hoy, el tallado de las calabazas se ha vuelto muy elaborado y hasta con competencias artísticas durante la época.
Publicado originalmente en El Sol de La Laguna