Existe incertidumbre ante la culminación del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) ofrecido a los pequeños comerciantes durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto con 10 años de duración, lo que pudiera impactar en cuestiones de informalidad.
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“Todo este tipo de movimientos, de iniciativas, lógicamente provoca que muchos se queden en la informalidad: se habla que siete de cada 10 empresas se quieren formalizar pero no pueden ya sea por desconocimiento, por burocracia, entonces ¿Cómo se puede llevar a la gente a la formalidad de esa manera?”, cuestionó Omar Armendáriz Jurado, presidente de Canaco Chihuahua.
Evidenció que, a la fecha, todavía se está batallando para conseguir citas en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que retrasa todo el proceso para que los comercios emigren al sector formal.
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Es de recordar que en el Régimen de Incorporación Fiscal se encuentran registrados aquellos contribuyentes que tienen tiendas de abarrotes, carnicerías, papelerías, o bien son tianguistas, locatarios de mercados, vendedores sin local fijo, taxistas, plomeros, herreros, carpinteros, peluqueros, entre otros.
Es para aquellas personas físicas con actividades empresariales que obtengan ingresos de hasta dos millones de pesos anuales y que presenten el aviso de actualización de actividades económicas y obligaciones ante el SAT.
Adicionalmente, se pueden obtener ingresos por sueldos o salarios; asimilados a salarios, arrendamiento de casa-habitación o local comercial, intereses, o plataformas tecnológicas. Lo anterior, siempre que el total de tus ingresos en su conjunto no excedan de dos millones de pesos al año.
Una vez que culmine el RIF, ofrecido por una década a los pequeños comerciantes, no se sabe a ciencia cierta bajo qué régimen quedaran dichos establecimientos a partir de enero de 2024 y con qué reglas.
