En el 2023, por primera vez el salario promedio mensual de las mujeres en el estado alcanza para adquirir la canasta básica familiar, tomando en cuenta que el ingreso ascendió a 14 mil 834.51 pesos y para alimentar a una familia de 3.2 integrantes se requieren 13 mil 728.72 pesos.
Esto de acuerdo a información desprendida desde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que fue analizada por la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp).
Según un comportamiento histórico presentado, se tiene que en el 2015 el salario promedio de la mujer se encontraba en 7 mil 127 pesos, mientras que la canasta familiar en 9 mil 141.15 pesos; para el 2017, el salario fue de 8 mil 266.59 pesos y la canasta valía 9 mil 978.05 pesos.
En el 2019, el salario promedio de la mujer en nuestra entidad (9 mil 833.82 pesos) tampoco alcanzaba para cubrir la alimentación de 3.2 integrantes que promediaba en 10 mil 941.02 pesos; ni en 2021 cuando la relación fue de 11 mil 317.42 pesos de salario y 12 mil 055.20 pesos la canasta básica para una familia pequeña.
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Fue hasta el cierre de julio de 2023, cuando el salario superó el costo de la canasta familiar por mil 095.79 pesos; mes que sirvió de referencia para el resto de los años.
Al detallar el promedio mensual por actividad económica al séptimo mes del año en curso, el mejor salario promedio de las mujeres se registró en la industria eléctrica con 32 mil 451.4 pesos; después en la industria extractiva, con 27 mil 809.6 pesos; y en tercer lugar, el sector de transportes, con 17 mil 102.1 pesos.
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Posteriormente, estuvo la industria manufacturera (15 mil 236.2 pesos), luego los servicios (14 mil 713.9 pesos), comercio (13 mil 274.2 pesos), construcción (13 mil 074.7 pesos), y sector primario (9 mil 878.8 pesos). Cabe mencionar que en estos últimos tres, el salario aún no alcanza para la canasta familiar.
La PICsp destacó que, en la actualidad, la concepción del hombre como proveedor económico de la familia es todavía la representación social predominante; sin embargo, en los últimos años se han generado procesos políticos y económicos que posicionan cada vez a más mujeres como principales proveedoras económicas del hogar.
No obstante, es necesario cuestionarse si pueden sostener una familia ellas solas: en algunos casos por supuesto que es posible ya que conforme pasan los años cada vez más mujeres ingresan al mercado laboral con sueldos competitivos para mantener un hogar; pero hay casos en los que no es así.
Para el 2023, a las mujeres que trabajan en el sector primario, construcción y comercio, no les alcanza para comprar una canasta básica familiar; siendo el 19% de las trabajadoras formales en la entidad.