Salvador Alcántar Ortega, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua, dio a conocer que se solicitó a la Comisión Nacional del Agua disminuir la extracción de agua de la presa Luis L. León, con la finalidad de que se drenen las tierras de cultivo inundadas.
El también diputado federal por el V Distrito comentó que las lluvias de este verano vinieron a salvar al campo de una sequía severa y prolongada. Sin embargo, se generaron estragos en varios municipios del sur y oriente del estado, desde Coronado hasta Julimes y Ojinaga, donde se estima que más de ocho mil hectáreas quedaron bajo el agua.
Por este motivo, el presidente de la Aurech dijo que se solicitó, con la Junta Central de Agua y Saneamiento, a la Conagua que se disminuya un poco la extracción de volumen en la presa de “El Granero” para mantenerla en un NAMO de 282 millones de metros cúbicos.
“Pero lo que queremos ahorita es que haya una reducción para que empiecen a drenar los campos de cultivo, que están bastante inundados, (las lluvias) causaron estragos muy severos”, recalcó.
Si las gestiones ante la Conagua tienen éxito, dijo, podrá desfogarse el agua de los cultivos y de esta forma podrá salvarse parte de la cosecha de algodón, que en algunas partes ya se echó a perder por el exceso de humedad.
El diputado federal consideró que los protocolos en el manejo de las presas necesitan renovarse, pues se tiene un atraso de por lo menos cincuenta años y no se han adoptado los adelantos tecnológicos que existen hoy, que permitirían detectar la presencia de agua en la cuenca alta, media y baja.
Señaló que por un error, la Conagua incrementó durante dos días la extracción de la presa Luis L. León a 400 metros cúbicos por segundo, lo que agudizó el problema en las tierras agrícolas ubicadas aguas abajo, pues ya se tenían 600 hectáreas afectadas. Se calcula que la superficie dañada es de mil hectáreas en la zona de Ojinaga.
La Conagua informó que la presa de “El Granero”, ubicada en el municipio de Aldama, se encontraba este viernes al 158.6 por ciento de su capacidad y con un almacenamiento de 451.095 millones de metros cúbicos.
De las diez presas monitoreadas en el estado, ocho se encuentran a su máxima capacidad; de estas, cinco continuaban vertiendo excedentes, mientras que La Boquilla se encontraba al 78.8 por ciento de su capacidad.