La sección de tumbas donde yacen los restos de niñas y niños se encontraba decorada con especial esmero este martes 1 de noviembre, cuando se recuerda a los difuntos que perdieron la vida en sus años más tiernos. Entre los objetos que sus familiares colocaron sobre los sepulcros de este apartado en el Cementerio La Colina, se pudo ver diversos juguetes, bebidas y dulces que disfrutaban, incluso una figura de yeso de un perro y una decoración de la fiesta previa Halloween.
Durante este día dedicado a la solemnidad de Todos los Santos, se cree que son las almas de los niños muertos que acuden a visitar el mundo de los vivos, y disfrutan de las ofrendas que sus familiares les obsequien sobre los altares de muertos dedicados a ellos, o sobre sus tumbas.
Así se pudo ver en la sección norte de La Colina, donde a diferencia de las tumbas para adultos, se puede ver un patio lleno de juguetes, letras de colores con sus nombres, incluso los alimentos que les gustaban disfrutar en vida, como en la del pequeño Daniel, quien tenía dos añitos al morir, y tiene sobre su tumba su juguito de manzana.
En las instalaciones se ha preparado una variedad de actividades, como un altar de muertos con las fotografías de los difuntos cuyos restos reposan en el camposanto, calaveras monumentales en la entrada, y se ha programado un recorrido con actores caracterizados acorde a la fecha.
En el exterior, las calles aledañas de la colonia Tierra y Libertad, se ha montado un operativo para la vigilancia y prevención de delitos durante las festividades, con elementos de la Policía Vial, quienes mantienen cerrado un tramo de la avenida 16 de Septiembre.
Además, sobre la calle Dolores Hidalgo, también se encuentra cerrado un tramo que está peatonalizado, donde los comerciantes se han instalado con algunos puestos en la vendimia de Día de Muertos, entre los que destacan flores de todos los colores, naturales, de tela, de plástico y cartoncillo. También coronas que conmemoran a los difuntos.
También hay música con la que se recuerda a quienes ya partieron, desde los músicos que recorren los patios y pasillos del cementerio ofreciendo sus servicios hasta una marimba que las dulces pero melancólicas notas, otorgan un ambiente festivo y a la vez nostálgico, que acompaña al viento frío de otoño, combinado con un sol inmisericorde.
La fecha para recordar a los fieles difuntos, es decir, a los adultos finados, se celebra como cada año este miércoles 2 de noviembre, cuando se espera una mayor afluencia en los panteones de la zona norte-poniente, en el Cementerio La Colina y San José.
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