La comunidad católica de Chihuahua conmemoró este 11 de febrero el 86 aniversario del martirio de San Pedro de Jesús Maldonado, sacerdote mártir chihuahuense, quien nació en el barrio de San Nicolás, actualmente la colonia Obrera, en el centro de la ciudad de Chihuahua, quien defendió su fe durante la Guerra Cristera, y la profesión de culto, cuando las leyes prohibían que hubiera más de un sacerdote en todo el territorio estatal.
El señor arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, celebró la sagrada eucaristía en el santuario que se está construyendo, a un costado de la Presa Chuvíscar, en memoria de su martirio.
“Gracias a Dios, con el apoyo y la aportación de todos, va adelante esa obra, con el Padre Óscar Parra, y el patronato que está participando dentro de esta actividad; es una invitación a todos para que esta tierra de Chihuahua, así como se marca para muchos como una tierra brava e indómita, que sea también una tierra de santos y que nuestro Seminario, que se goza de poder contar entre sus ex alumnos a este santo, pueda seguir dando muchos y santos sacerdotes”, expresó el vocero de la Arquidiócesis.
La ciudad de Chihuahua es el lugar de nacimiento de la única persona que ha sido canonizada como santo, dentro del reconocimiento del Vaticano, San Pedro de Jesús Maldonado, donde aún quedan los lugares que dan testimonio de la vida, de quien se ha destacado por su tenacidad de defender la fe y los sacramentos durante la etapa de represión religiosa en México.
Pedro de Jesús Maldonado Lucero nació en la zona Centro de la ciudad de Chihuahua, en contra esquina de la parroquia de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores, próximo al emblemático Parque Urueta de lo que hoy es la colonia Obrera.
En la parroquia de la Sagrada Familia, en la calle Venustiano Carranza, se conserva una placa de que este recinto, el 11 de febrero de 1918, en la fiesta de la Virgen de Lourdes, un recién ordenado Pedro de Jesús, celebró su cantamisa, es decir, la primera eucaristía oficiada por él, en uno de los puntos más céntricos y visitados del Centro de Chihuahua Capital.
Unos metros al norte, se encuentra el Hospital Central, -que era conocido como el Hospital de la Beneficencia-, a donde fue trasladado después de haber sido golpeado con lesiones que le dejaron heridas de muerte, y fue ahí donde perdió la vida el 11 de febrero de 1937. En narraciones de personas de la época, han permeado hasta las actuales generaciones, que en el traslado de su cuerpo hacia el Panteón de Dolores, en la zona de San Jorge, al poniente, la feligresía vitoreaba “¡Viva Cristo Rey!”, a pesar de la represión existente en ese momento de la historia, y se hicieron sonar las campanas de la Catedral de Chihuahua.
En el Panteón de Dolores, aún se conservan los vestigios del lugar que albergó sus restos mortales, y hay muestras de devoción al santo chihuahuense, con veladoras y los conocidos ‘milagritos’, artículos que los devotos depositan solicitando o agradeciendo favores.
Pedro de Jesús Maldonado era considerado un rebelde cristero para el gobierno de ese tiempo, por defender pacíficamente la fe católica y los sacramentos en la época de represión, lo que lo hizo víctima de agresiones durante el tiempo que se esforzó por cumplir su vocación de sacerdote, a pesar de las prohibiciones de la autoridad.
Después de 55 años, fue beatificado, el 22 de noviembre de 1992; y posteriormente, canonizado el 21 de mayo del año 2000, por el Papa Juan Pablo II.
La devoción en la ciudad de Chihuahua ha crecido entre la feligresía católica, con la construcción de un santuario en su honor, sobre la avenida Teófilo Borunda, en el sur poniente de la ciudad de Chihuahua. La festividad se conmemora cada 11 de febrero, sin embargo, se festeja la kermés en el sagrado recinto frente al Parque Tres Presas, la tercera semana de mayo, cuando se celebra la fiesta del único santo y mártir chihuahuense