A raíz de la pandemia del Covid-19, los encuentros sexuales clandestinos a través de redes sociales, aumentaron un 40 por ciento, la mayoría por parte de jóvenes y adolescentes, lo que ha provocado no sólo un aumento de delitos sexuales contra menores, sino que representa un riesgo en salud pública, por las enfermedades de transmisión sexual que han incrementado un 35 por ciento.
Así lo informó el Dr. en Sistemas Penales y Política Criminal, José Carlos Hernández, quien expuso la dimensión de la utilización de redes sociales para la comisión de delitos.
Indicó que el 70 por ciento de las actividades del crimen organizado se manejan a través de la web, tal como la venta, distribución de droga y lavado de dinero.
Señaló que además, el 90 por ciento de las personas que ha tenido que recurrir al mundo de la web, y de ese porcentaje, entre un 30 y un 35 por ciento, ha sido víctima de ciberacoso.
El especialista añadió que respecto a los encuentros clandestinos que se planean o concretan por redes sociales, aumentaron en un 40 por ciento, convirtiéndose en un problema de salud pública, y no sólo de una cuestión de parafilia esporádica.
Añadió que por esto es vital que se legisle y se regule de manera urgente este tipo de delitos que son "invisibles" y exhortó a padres y madres de familia a estar al tanto de lo que realizan sus hijos, en aparatos eléctricos, pues la mayoría de las citas o reuniones que se contactan por redes, son de población adolescente o jóvenes que llegan a ser víctimas de la delincuencia.
"Se debe estar muy pendiente, porque los y las adolescentes por ejemplo, dicen que van a hacer una tarea y se van a atender la cita, que previamente hicieron a través de estas redes sociales", alertó.
Añadió que " la maldad humana es gradualmente perversa, y no tiene límites y la criminalidad no conoce fronteras".
Añadió que el 40 por ciento de las personas que se contactan por internet para citas son menores de edad, que han sido contactados por adultos para encuentros sexuales, en muchos casos con respuestas positivas.
Asimismo, expuso que muchas personas que padecen enfermedades sexuales infectocontagiosas se arriesgan a contagiar a otras personas, so pena de que saben que serán detenidos, pues es mayor su ego y búsqueda de placer.
"Se genera intolerancia a la frustración de su enfermedad física y mental, que los lleva a transgredir el orden social y a buscar este tipo de encuentros para contagiar a otras personas más vulnerables, procurando cerrar un ciclo de duelo que jamás van a lograr".
El entrevistado explicó que la violencia cibernética es la acción dolosa de enviar a través de la web imágenes o mensajes con contenido sexual, "como reflejo de una degradación de quien las emite".
Añadió que existen redes afines a este tipo de actos, que son un foco rojo, pues indica, que no se ha controlado por la misma legislación, así como las carencias en procesos de prevención , investigación del delito y la misma Policía Cibernética.
El Dr. José Carlos Hernández refirió que incluso se ha incrementado la violencia contra mujeres a través de internet.
Un dato alarmante, dijo, es que la cifra negra de estos delitos (contactar a personas con fines sexuales, a sabiendas de padecer una enfermedad sexual) es de hasta un 38 por ciento.
"Les es casi imposible lograr una satisfacción plena con una pareja estable por lo que buscan este tipo de encuentros para desaforar el contexto sexual. Y lo mejor (para ellos) , a través del anonimato".
