En el marco del Día Internacional de Pueblos Indígenas que se conmemora cada 9 de agosto, el Inegi dio a conocer que de acuerdo con su Censo de Población y Vivienda 2020, en el estado viven 130 mil personas pertenecientes a alguna etnia indígena, de los que 101 mil 400 (78%) vive en situación de pobreza y el 22% restante en pobreza extrema, es decir 28 mil 600.
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Las cifras anteriores prácticamente no registran variación, pues en 2018 el número de indígenas en condición de pobreza era de 101 mil 580, mientras que 28 mil 653 en pobreza extrema.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) refiere que las personas en situación de pobreza son aquellas que tienen al menos una carencia social en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación, y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
En este contexto, son 101 mil 400 indígenas que viven en la entidad que presentan carencias sociales, y de acuerdo con el Inegi, las principales carencias son la alimentaria, de vivienda y de acceso a servicios básicos.
Además, la definición de pobreza extrema es cuando una persona tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. La población en esta situación dispone de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana.
Los integrantes de etnias en el estado de Chihuahua están conformados por hasta cuatro o cinco integrantes que comparten uno o dos cuartos, cuyas casas (88%), están construidas con materiales de baja calidad, y apenas un 5% dispone de servicios básicos.
Además, más del 79% de la población indígena no tiene acceso a una alimentación adecuada o saludable, pues la mayor parte no tiene ingresos fijos.
Dicho porcentaje se refiere tanto a la población que vive en situación de pobreza o pobreza extrema, cuya alimentación no es adecuada ni suficiente, además de que cada vez están más expuestos a los alimentos de bajo valor nutricional que son más accesibles por su bajo costo.
La carencia por acceso a la seguridad afecta a 78.4% de la población indígena, y esto se refiere específicamente a la referencia que hacen las personas encuestadas, al señalar que no consideran que alguna de las corporaciones de seguridad brinde servicio adecuado.
Pobreza y enfermedades
El salario promedio de las personas en condición de pobreza es de 2 mil 200 pesos al mes, por lo que no completan la canasta básica, y sólo pueden acceder a algunos productos, o compran alimentos más económicos, que no pertenecen al cuadro equilibra los nutrientes, y de ahí se desarrollan enfermedades como anemia y desnutrición.
Considerando que el promedio de las familias indígenas es de hasta cuatro o cinco personas, un sueldo de 2 mil 200 pesos al mes resulta muy reducido, toda vez que para mantener una sana alimentación se debe equilibrar cada grupo de alimento, en tres comidas principales al día.
Los municipios en que se detecta más desnutrición, y/o anemia, son: Uruachi, Guadalupe y Calvo, Bocoyna, Moris, Urique, Guazapares, Batopilas, Balleza, Guachochi, Carichí, Chínipas, Gómez Farías y Guerrero, pero también debido a la migración a Ciudad Juárez y Chihuahua capital, también en hay puntos donde se detectan casos de desnutrición por la falta de acceso a alimentos.
El Inegi señala que en el país los problemas que afectan a los pueblos indígenas en condiciones de pobreza extrema y de exclusión social son la elevada prevalencia de desnutrición crónica y anemia de 67.1%.
