Durante el primer trimestre de 2023, la Policía Cibernética del Estado ha recibido 267 reportes por delitos cibernéticos y más del 50 por ciento de dichos reportes fueron realizados por mujeres.
La mayor parte corresponde a casos de sexting, sextorsión y fraude cibernético en distintas modalidades.
El pasado 28 de marzo, mediante la reforma al Código Penal del Estado, los diputados locales tipificaron el “sexting” como delito en respuesta al escenario en aumento de la difusión de imágenes o grabaciones de carácter erótico o sexual.
Este material lo produce su protagonista dentro de " su esfera personal" y en algunas ocasiones son transmitidas a un tercero con su consentimiento.
Sin embargo, en muchas ocasiones, generalmente al término de una relación sentimental, son difundidas o transmitidas contra su voluntad.
El sexting, es definido como la "difusión o publicación de contenidos en donde el protagonista de las imágenes posa en situación erótica o sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil o algún otro dispositivo tecnológico'.
Pese a aparecer como delito, e igual como ocurre con otros delitos, en la mayoria de los casos la víctima decide no denunciar.
Específicamente en los casos de sexting, el miedo y la vergüenza son los dos factores que limitan a las personas que en su mayoría son mujeres, para interponer una denuncia.
Este dato, se ha evidenciado en consultas y encuestas realizadas por Institutos, asociaciones, entre otros entes, con el fin de conocer la percepción que tiene determinada población de sus autoridades.
Las Encuestas de Percepción de Seguridad que se actualizan constantemente son muestra de que gran parte de la población que ha sido víctima del delito, no denuncia.
Aunque las cifras varían hasta un 70 por ciento decide no interponer una denuncia, en primer lugar por miedo, vergüenza y porque lo consideran una pérdida de tiempo.
Otros motivos que se basan en la misma desconfianza a las autoridades, es que no creen que la demanda sea resuelta, y por considerar que la autoridad investigadora no es confiable.