Pese a no contar con permiso para comercializar los llamados “vapeadores”, éstos se pueden conseguir en distintos puntos de la ciudad, que van desde pequeños locales de plazas comerciales hasta puestos ambulantes en el primer cuadro de la ciudad.
En un recorrido se constató que los cigarrillos electrónicos se ofertan “de manera discreta”, según informaron los propios comerciantes, quienes dijeron que es un artículo que se vende en cualquier época del año.
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Los precios varían según el diseño, aditamentos y tamaño del vapeador. Por ejemplo, el más sencillo se consigue hasta en 250 pesos, sin “carga”, pues el líquido que se coloca para fumar se vende aparte, en 50 pesos.
Los más sofisticados, que incluyen colores, diseños al gusto del cliente y varias “cargas”, llegan hasta los 4 mil 300 pesos, éstos se venden en islas y pequeños negocios dentro de centros comerciales.
En algunos puestos ambulantes, donde también se ofertan cigarros “pirata” que no cuentan con registro ni especifican de qué están elaborados, se pueden conseguir vapeadores, conforme a información de los vendedores, la mayoría de las veces se llevan sobre pedido.
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Detallaron que para no arriesgarse a que se les decomisen estos productos, cambian de punto de venta, y en el caso de los vapeadores, dijeron que se venden a quienes saben exactamente dónde localizarlos, por recomendación de otras personas.
Informaron que jóvenes, tanto hombres como mujeres, buscan mucho este tipo de artículos, por tratarse de alguna forma de un producto más “lujoso” o llamativo que un cigarrillo común.
En plazas de la ciudad también se ofrecen estos productos, en la mayoría de los casos se colocan entre otros cuya venta es permitida, y de igual forma que los vendedores ambulantes, los clientes que generalmente acuden van por recomendación de alguien.
En estos lugares se pueden encontrar vapeadores de un costo superior a los 4 mil pesos, algunos de éstos cuentan con una o dos “cargas” de líquido de sabores, tienen un diseño más sofisticado que los de bajo costo, y se ofrecen en distintos colores.
Al respecto, el coordinador de Coespris Chihuahua, Alejandro Torres, informó que constantemente se realizan visitas de inspección a establecimientos donde se cree que pueden estar comercializando, pero muchas veces la mercancía no está a la vista, ya que incluso los vendedores fijan un punto para realizar la compraventa de éstos y otros artículos que no cumplen con medidas sanitarias.
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Agregó que a la par, y tras la alerta que emitió Cofepris, están en espera de que se den a conocer los lineamientos con los que se reforzarán las acciones para evitar la venta y consumo de estos artículos, así como los argumentos jurídicos para poder llevar a cabo decomisos o búsqueda.
Asimismo dijo que algo que complica la detección y sobre todo el decomiso de artículos no permitidos, es que la gran mayoría se vende por medio de internet, por plataformas o vendedores a través de redes sociales y al no contar un lugar físico, la entrega de los artículos se llevan a cabo por paquetería, o en puntos de la ciudad acordados por el vendedor y comprador.
En ese sentido, indicó que incluso en muchas paqueterías no se cuenta a la fecha con un establecimiento, pues sólo llegan a bodegas o centros de recolección y posteriormente se entregan a domicilio.
“Cuando esto pasa se nos complica, porque no hay realmente lugar físico donde podamos verificar la calidad del producto o el etiquetado”, apuntó.
