Cuauhtémoc. - Conforme avanzan los días después de las contingencias ocasionadas por el desbordamiento de arroyos en distintos puntos de la ciudad de Cuauhtémoc la noche del pasado jueves 25 de agosto, cada vez son más las tristes historias que surgen al conocer la desgracia que viven cientos de familias al perder su patrimonio, casos en los que se incluye a pequeños comerciantes que vieron como la corriente del agua acababa con años de lucha para obtener un sustento diario, quienes además denuncian que ninguna instancia del Gobierno ya sea estatal, federal o municipal, han otorgado alguna especie de apoyo para contrarrestar sus pérdidas.
A pesar de las campañas de apoyo que realizan instancias de los tres niveles de gobierno, pequeños comerciantes destacaron que no existe un programa específico que les permita recuperar mercancía e inmobiliario dañado por la fuerte corriente del arroyo “Santa María”, que afectó a decenas de negocios establecidos por la avenida principal del Barrio Delicias.
Tras cumplirse cinco días de la fatal noche de inundaciones en cientos de viviendas de la ciudad de Cuauhtémoc, salen a relucir narrativas de difíciles experiencias que padecieron familias que se vieron sorprendidas por la fuerte corriente del arroyo antes citado, el cual de manera repentina arrastró con todo a su paso, originando pánico entre las personas al alcanzar el agua un nivel de hasta un metro y medio.
Con lágrimas en los ojos, Ericka Loaiza, quien desde hace 6 años arribó a la ciudad de Cuauhtémoc procedente del estado de Oaxaca, señala las horas de angustia que sufrió su familia al perder prácticamente todo lo que logró construir para tratar de subsistir, lamentando que autoridades omitan brindar apoyo para recuperar su patrimonio.
De acuerdo a la mujer afectada, recibió la notificación de las autoridades en el sentido de que el apoyo que se otorgaría se basa específicamente en casos en donde viviendas sufrieron daños estructurales, así como pérdida del menaje.
Sin embargo, no existe algún programa de apoyo a pequeños y medianos empresarios que perdieron sus negocios, por lo que existe la preocupación de no contar con alguna actividad para garantizar el sustento diario de las familias.
Al igual que decenas de comerciantes ubicados en el Barrio Delicias, José Luis Cárdenas, propietario de un taller de motocicletas, indicó que la contingencia del pasado 25 de agosto es histórica, ya que, si bien existen antecedentes de inundaciones, no se compara con el metro y medio que subió el nivel en los inmuebles.
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A su vez, coincidió con el resto de los negociantes de la necesidad de que las autoridades establezcan campañas de apoyo a este sector, proponiendo la facilidad de créditos para sacar adelante sus negocios, de los que además de ellos, dependen otras familias al contar con una base de empleados.
Finalmente dijo que es necesario que las autoridades supervisen los puentes ubicados en la mancha urbana, ya que es debido al azolve de los mismos que se registran los desbordamientos de arroyos.
