La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas ha atendido en 2019 a mil 036 menores víctimas de abusos sexuales y violación, en promedio 103 al mes, empero esta numeralia no refleja la realidad de los abusos en Chihuahua debido a que no todos se denuncian ante las autoridades, pero la estadística marca que 5 de cada 10 delitos sexuales que se comenten son en contra de personas menores de edad.
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El reporte al mes de octubre indica que 378 niñas y niños, y 414 adolescentes fueron abusados sexualmente, en tanto que por el delito de violación fueron 137 niñas y niños y 107 adolescentes las víctimas.
Irma Villanueva, comisionada de la Ceave, dijo que se ha detectado que un porcentaje alto donde los victimarios son cercanos al entorno escolar, deportivo, grupos religioso, escolar y familiar, a quienes se les brinda acompañamiento psicosocial y se gestionan las medidas de ayuda, asistencia y atención dependiendo de sus necesidades.
En ocasiones, las niñas, niños y adolescentes, antes de ser víctimas de delitos sexuales, son víctimas indirectas de otros delitos, como violencia familiar, o la desaparición, homicidio o feminicidio de sus padres y madres.
“Desde la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado (Ceave) fomentamos el trabajo en coordinación con las instituciones, en materia de atención y capacitación a los funcionarios y funcionarias que tienen el primer contacto con las niñas, niños y adolescentes víctimas de delitos sexuales”.
En cuanto a la atención, cuando el Ministerio Público o alguna autoridad lo solicita, se llega al lugar donde se encuentra la víctima y se realizan entrevistas de primer contacto para conocer los hechos que quieren denunciar.
Asimismo, se acompaña en diferentes momentos, a través de un equipo multidisciplinario conformado por personal de psicología, jurídico y trabajo social, dependiendo del momento procesal de los casos, desde la entrevista inicial; posterior a ello, se generan estrategias de acompañamiento o medidas de atención inmediata, se da seguimiento a los casos, o se puede nombrar asesor jurídico cuando la víctima lo desee.
También es viable acompañar en declaraciones ante Ministerio Público o realizar diligencias, y se han generado espacios para aminorar el impacto de los procesos de justicia en las niñas, niños y adolescentes.
Para detectar en el ámbito familiar indicios de abuso, depende mucho de la comunicación y confianza generada, ya que históricamente es uno de los delitos que ha sido más invisibilizado entre las familias.
Es importante detectar aislamiento, tristeza, cambios de conducta, motivos para indagar y detectar y dar aviso a las instituciones.
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