“Comen con las manos porque no hay cucharas y en medio de piojos y chinches”, señala Tomás Ruiz describiendo el grave abandono en el que se encuentran los albergues indígenas en la Sierra y que los programas de Gobierno han olvidado.
Debido a ello han recurrido a la iniciativa privada y empresas, la comunidad menonita y mormona para que apoyen y así se ha logrado que las Casas Everdy y la Familia Gallegos hagan entrega de alimentos básicos para que sean destinados en las comunidades de Ejido Valenzuela, en Uruachi y San Luis Najimachi, de Bocoyna.
En los albergues de Carichí, iniciando en Bacabureachi, se ha logrado llevar apoyos de las comunidades menonita y mormona tratando de aliviar estas graves carencias.
Tomás Ruiz describe la situación en la que están niños y jóvenes, que no tienen higiene, no tienen cucharas, y subsisten entre piojos y chinches por la falta de jabones y detergentes.
Realmente la situación es triste y no se sabe dónde han quedado programa y recursos que se anuncian tanto en el plano estatal como federal, porque acá no hay medicamentos, no hay doctores, no hay semillas, ni cosechas y son menos las brigadas médicas y más escasos los maestros.
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