El cambio de gobierno ha dejado a las escuelas de la periferiaen la vulnerabilidad, pues se han detenido los apoyos parainfraestructura elemental como reparación de techos, bebederos yde manera general mayor seguridad como bardas o sistemas deprotección ante los constantes robos que sufren.
En un recorrido por la zona norte de la ciudad, se detectaronplanteles de nivel primaria que sufren carencias eninfraestructura, como techumbres para canchas deportivas, en lasque los pequeños deben ejercitarse bajo el sol, con altos nivelesde radiación o con el riesgo de sufrir un golpe de calor durantela temporada de verano.
Así mismo, la falta de agua ha afectado a los pequeños, pueshay poca higiene y el agua de los bebederos les provoca doloresestomacales, que se derivan probablemente en cuadros de infeccióngastrointestinal.
En todo el sector de la periferia predomina un problema socialgrave, los planteles escolares deben enfrentarse a robossistemáticos a veces casi cada fin de semana, culpan a losjóvenes del mismo sector pues son barrios de alta vulnerabilidadeconómica y polígonos de actividades delictivas y problemassociales como la drogadicción.
El tipo de objetos que roban van desde las guías didácticaspara maestros, hasta los enseres de las cocinas de los comedoresque han sido instalados para atender los problemas de desnutriciónde los niños, algunos de los cuales, reciben como único alimentolo que les dan en la escuela.
Los directivos y maestros de los planteles argumentan que aunquehan solicitado apoyos al Ichife o al gobierno municipal, no hanrecibido respuesta y en algunos casos les han pedido paciencia porel cambio de gobierno, al parecer no hay recursos para resolver susnecesidades.