La Fiscalía General del Estado (FGE) cuenta con una investigación sobre una supuesta red de elementos policiacos que colaboran con células del crimen organizado en la ciudad de Chihuahua. Apenas el 15 de abril pasado fue capturado un comandante de la Policía Municipal que presuntamente dirigía a un grupo de pistoleros y narcomenudistas en la capital.
Sin embargo, no sería el único. De la investigación de la Fiscalía se desprende que por lo menos siete agentes de distintas corporaciones trabajan para células delictivas, a quienes brindan protección, se dedican a capturar “contrarios”, incluso a privar de la vida a vendedores de droga.
De acuerdo con los datos recabados por los agentes investigadores sobre esta supuesta red, se establece que los policías trabajan para algunos líderes que desde hace varios años operan para el Cártel de Sinaloa en la capital del estado, así como algunos municipios aledaños donde tienen presencia o alianza con agrupaciones como “Los Salgueiro”.
Según la información expuesta por la Fiscalía General del Estado en la audiencia de formulación de cargos en contra de Mauro M. B., apodado “el comandante Mendoza”, el agente municipal que estaba en activo, presuntamente dirigía un grupo de narcomenudeo llamado “La Empresa”, que se enfocaba en la comercialización de “cristal” en la capital y es una organización afín al Cártel de Juárez.
La carpeta de investigación presentada por la FGE se enfoca en nombres, roles, relación, cargo, dependencia y demás funciones que han detectado en los agentes de seguridad pública, tras reunir datos de prueba, evidencia, testimonios y documentación que permitió formar la investigación en contra de los presuntos responsables.
Entre las principales actividades que han registrado los agentes que concentran la investigación en contra de estos servidores públicos, es que dedican sus funciones a asesinar a “contrarios”, detener o “cazar” a narcomenudistas y realizar cobros de algunas personas que mantienen adeudos por temas de la venta de droga.
La investigación que concentra la FGE en contra de esta supuesta red de policías colaboradores con grupos criminales, se centra en algunas corporaciones como la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la propia Fiscalía General del Estado. Hasta el momento, por lo menos tres agentes ya fueron clasificados como prófugos de la justicia por la desaparición de dos supuestos “detenidos” que posteriormente fueron localizados sin vida.
Los hechos ocurrieron a las 18:30 horas del 27 de febrero pasado en una tienda de conveniencia ubicada en las calles 79 y Pedernales, de la colonia Sierra Azul, a donde Óscar Jhovanny Leal Holguín y Adán Israel Gardea Barraza acudieron para realizar un depósito, pero unos policías municipales los interceptaron y se los llevaron en una patrulla.
Sin embargo, en la corporación no quedó registro de la detención, sus familiares no volvieron a verlos sino un mes después que en operativos de búsqueda se encontraron los cadáveres en las inmediaciones de la colonia Sierra Azul.
Como parte de esa indagatoria, la FGE concluyó que cinco elementos municipales habrían participado en ese “arresto”, que en realidad tuvo el propósito de entregarlos a integrantes de un grupo criminal, que los privó de la vida. Por ello, se detuvo a los agentes Ramona Ivette C.V. e Irving Leonel M.B., acusados por el delito de desaparición forzada. Pero la evidencia fue insuficiente y en la audiencia de vinculación a proceso el juez los liberó. Los otros tres elementos involucrados, según la Fiscalía, están prófugos de la justicia.
De ese modo, sólo un agente ha sido capturado por algún evento relacionado con esta supuesta red, quien permanece en prisión a la espera de la audiencia de vinculación a proceso; otros tres huyeron y el resto todavía no ha sido requerido por la autoridad judicial.
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