“En gran parte el problema de sequía es debido al mal aprovechamiento del agua de lluvia”, refirió el ingeniero José Antonio Cervantes Gurrola, en la conferencia “Problemática de la Gestión Hídrica de México”, ofrecida en el marco de la sesión mensual del Colegio Nacional de Ingenieros Industriales (Conaii) Sección Chihuahua.
En primera instancia, detalló que hay dos factores fundamentales en la administración del agua que son del ámbito federal, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dependencia que maneja dos áreas: el agua superficial que transita a partir de ríos y arroyos y deriva en presas, y el agua subterránea que deriva en concesiones de pozos de extracción.
“En todos lados hay problemas y beneficios. Ahora bien tenemos los dos extremos que son inundaciones y sequías”, manifestó el ingeniero, quien destacó la relevancia de tener claro siempre el ciclo hidrológico.
Expuso que la demanda del recurso hídrico de todo el país tiene que ver con las 32 entidades federativas, entonces resaltó que como sociedad debemos avanzar en ir previendo estrategias que permitan aprovechar el agua y evitar los conflictos.
Dio a conocer que casi el 63% de la población habita 74 zonas metropolitanas y que Chihuahua ya va pronto rumbo una extensión urbana de una zona metropolitana que se empieza a contemplar entre las autoridades municipales, como sería la conurbación con el municipio de Aquiles Serdán y Aldama.
“Ya existen ciertos temas de anticipación en la planeación urbana que ya contempla la serie de infraestructura; sería muy conveniente que ahí fuera el manejo de estas grandes obras de control y aprovechamiento pluvial”, indicó.
Destacó que Chihuahua está ubicada en una zona de muy baja disponibilidad del agua. El ahorro por habitante es del orden de entre mil y 2 mil m3 por habitante por año, es decir, es el ahorro o la reserva que este territorio tiene.
“Al elaborar un estimado, tomando en cuenta la población y la zona, podría decirse que si hiciéramos un ejercicio mínimo de 100 litros de habitante por día, hablaríamos de 36.5 m3 al año; si son mil m3 por año por habitante, esto equivaldría que los habitantes en este momento o a partir de la cifra de 2003, tendría agua para los próximos 27 años, tomando en cuenta el número de población, por la región, y por las reservas que hay, lo cual no deja de ser alarmante porque si lo vemos en las generaciones jóvenes, será complicado su futuro inmediato o mediato”, señaló.
Otros de los datos que dan cierta alarma –apuntó-, es que cuatro de cerca de 14 acuíferos definidos por la Conagua, en Chihuahua, están sobreexplotados, y se habla incluso de que hay problemas en el acuífero de El Sauz, Encinillas que es de donde se abastece Chihuahua.
“El tema del agua no es sólo procurar aprovecharla o evitar que haya sequías, sino es el peligro del agua en movimiento: cuando se desborda un río o un arroyo genera los problemas como este que sucedió en 2019 en San Luis Potosí, donde la corriente apiló vehículos, y eso llegó a pasar en Chihuahua en la tromba de 1990”, añadió.