/ viernes 3 de noviembre de 2023

Acapulco

Ahora que se nos presentó la tragedia de Acapulco, echamos de menos los recursos del FONDEN que en algún momento llegó a tener recursos por 50,000 MDP. También los miles de millones estos si de dólares que se gastaron en exceso en el tren maya y la refinería dos bocas las que entre las dos han excedido su presupuesto al día de hoy entre 15,000 y 20,000 millones de dólares.

En la primera declaración de Hacienda, declararon que había 18 mil millones de pesos en el Presupuesto de 2023 del FONDEN lo que no alcanzaría ni de lejos para satisfacer las necesidades de corto plazo de los damnificados ni la reconstrucción de la infraestructura dañada.

Lugo el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio aclaró que no son 18 mil millones de pesos, sino que había otros 10 mil millones disponibles en el Presupuesto (SIC), más los recursos de seguros, en total son más de 40,000 millones de pesos los que están disponibles. Aunque es mucho dinero no alcanza para reparar todo el daño que hizo Otis, que fue un fenómeno excepcional.

¿Cuántos recursos se necesitan para apoyar a la población que vive del turismo, mientras se recupera la actividad?

En México, el huracán Vilma que azotó Quintana Roo en 2005 ha sido el más costoso de nuestra historia, con un costo a pesos actuales de 118,300 millones de pesos.

La atención de los damnificados en Guerrero demandará más recursos públicos de los que requirió Cancún por el golpe de Vilma, hace 18 años. Es una entidad mucho más pobre y bastante más compleja (El PIB per cápita en Cancún son 250,000 pesos anuales. En Acapulco es de 137,000 pesos). A esto debemos añadir el hecho de que Acapulco representa el 40 por ciento del PIB del estado, lo que implica que una gran parte de la proveeduría al puerto está representada por pequeñas y medianas empresas a lo largo del estado, las que verán una repentina reducción en sus ingresos.

La reconstrucción de los grandes hoteles, restaurantes de lujo y segundas residencias de “foráneos” será relativamente rápida y no implicaría grandes sumas de recursos públicos. Los miles de millones se necesitarán para atender a la mayoría de una población que es cercana al millón de personas. Aquí y ahora la mayor necesidad de la gente es agua, comida y productos básicos.

La reconstrucción se llevará meses y costará mucho. ¿De qué vivirá una población que depende en su mayoría del turismo? ¿cuánto tiempo tardarán en volver los turistas? Las medidas de apoyo anunciadas por el gobierno federal no serán suficientes para resolver el problema económico que será de un plazo mucho mayor que el contemplado en dichas medidas.

El reto de apoyar una población en condición de vulnerabilidad extrema se verá acrecentado por la fuerte presencia/control que tiene el crimen organizado en ese Estado.

La desaparición del FONDEN trajo nuevas reglas del juego y diferentes prioridades. Ahora, los recursos de Gobierno se han concentrado en las entregas de dinero a la población afectada. El gran cambio fue el desplome de los recursos asignados para la reconstrucción.


Ahora que se nos presentó la tragedia de Acapulco, echamos de menos los recursos del FONDEN que en algún momento llegó a tener recursos por 50,000 MDP. También los miles de millones estos si de dólares que se gastaron en exceso en el tren maya y la refinería dos bocas las que entre las dos han excedido su presupuesto al día de hoy entre 15,000 y 20,000 millones de dólares.

En la primera declaración de Hacienda, declararon que había 18 mil millones de pesos en el Presupuesto de 2023 del FONDEN lo que no alcanzaría ni de lejos para satisfacer las necesidades de corto plazo de los damnificados ni la reconstrucción de la infraestructura dañada.

Lugo el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio aclaró que no son 18 mil millones de pesos, sino que había otros 10 mil millones disponibles en el Presupuesto (SIC), más los recursos de seguros, en total son más de 40,000 millones de pesos los que están disponibles. Aunque es mucho dinero no alcanza para reparar todo el daño que hizo Otis, que fue un fenómeno excepcional.

¿Cuántos recursos se necesitan para apoyar a la población que vive del turismo, mientras se recupera la actividad?

En México, el huracán Vilma que azotó Quintana Roo en 2005 ha sido el más costoso de nuestra historia, con un costo a pesos actuales de 118,300 millones de pesos.

La atención de los damnificados en Guerrero demandará más recursos públicos de los que requirió Cancún por el golpe de Vilma, hace 18 años. Es una entidad mucho más pobre y bastante más compleja (El PIB per cápita en Cancún son 250,000 pesos anuales. En Acapulco es de 137,000 pesos). A esto debemos añadir el hecho de que Acapulco representa el 40 por ciento del PIB del estado, lo que implica que una gran parte de la proveeduría al puerto está representada por pequeñas y medianas empresas a lo largo del estado, las que verán una repentina reducción en sus ingresos.

La reconstrucción de los grandes hoteles, restaurantes de lujo y segundas residencias de “foráneos” será relativamente rápida y no implicaría grandes sumas de recursos públicos. Los miles de millones se necesitarán para atender a la mayoría de una población que es cercana al millón de personas. Aquí y ahora la mayor necesidad de la gente es agua, comida y productos básicos.

La reconstrucción se llevará meses y costará mucho. ¿De qué vivirá una población que depende en su mayoría del turismo? ¿cuánto tiempo tardarán en volver los turistas? Las medidas de apoyo anunciadas por el gobierno federal no serán suficientes para resolver el problema económico que será de un plazo mucho mayor que el contemplado en dichas medidas.

El reto de apoyar una población en condición de vulnerabilidad extrema se verá acrecentado por la fuerte presencia/control que tiene el crimen organizado en ese Estado.

La desaparición del FONDEN trajo nuevas reglas del juego y diferentes prioridades. Ahora, los recursos de Gobierno se han concentrado en las entregas de dinero a la población afectada. El gran cambio fue el desplome de los recursos asignados para la reconstrucción.