/ miércoles 20 de marzo de 2024

Creció presión por deuda de corto plazo de Pemex al cierre del 2023

A pesar de los enormes apoyos financieros del gobierno federal a Petróleos Mexicanos (Pemex) al tercer trimestre del 2023, la empresa tenía por cada peso de deuda financiera de corto plazo (con vencimiento menor a un año), solo 90 centavos de activos de corto plazo (líquidos) por lo que su solvencia de corto plazo está en mínimos históricos.

Hace diez años la misma relación era de 2.9 pesos de activos líquidos por cada peso de deuda financiera. Todavía en 2018 al inicio del sexenio la relación todavía era de dos a uno.

En números redondos, Pemex tuvo al tercer trimestre del 2022, una deuda financiera de corto plazo de 553,891 millones de pesos y sus activos circulantes fueron de apenas 496,476 millones de pesos.

Lo anterior empeoró al primer semestre del año pasado, la relación era de 93 centavos de activos líquidos por cada peso de deuda financiera de corto plazo, por lo que su solvencia (la capacidad para pagar sus deudas) está cada vez más expuesta.

El panorama es más desalentador cuando se considera la razón de activo circulante a pasivo circulante, pues por cada peso de compromisos de corto plazo, Pemex tiene apenas 45 centavos de activos circulantes, su segundo nivel más bajo en las últimas dos décadas. En cifras totales tenemos que Pemex acumula un billón 105,325 millones de pesos de pasivos contra 496,476 millones de pesos en activos.

Se necesita tomar decisiones realistas como prescindir de negocios que sólo generan pérdidas como las refinerías de las que sólo se puede decir que no funcionan pensando en un mercado donde cada costo puede hacer la diferencia, al igual que la petroquímica.

La refinación de petróleo crudo o la elaboración de petroquímicos podrían ser negocio, como son en el resto del mundo si se prescinde de costos que nada tienen que ver con el negocio petrolero como es la manutención de miles de trabajadores que bien podrían emplear su talento en otros negocios de la industria.

Pero a lo anterior se oponen las necesidades políticas de cada gobierno, que hacen distintos manejos del negocio de exploración y producción, olvidando que apuestan todo a un recurso no renovable que algún día se terminará.

En principio, Pemex cerró el pasado mes de diciembre con sus indicadores de producción más importantes por debajo de sus metas: en -5.5% en el caso de la producción de petróleo crudo y condensados, en -12% en la elaboración de los principales petrolíferos y en más de -38% en el caso del proceso de crudo en sus refinerías.

En esto cabe señalar que la refinería más eficiente de Pemex, es Deer Park, y no es porque se encuentre localizada en los Estados Unidos, sino porque se quedó con el esquema gerencial, laboral y administrativo que le heredó Shell.


Economista, Maestro en Finanzas, Consultor de Empresas


A pesar de los enormes apoyos financieros del gobierno federal a Petróleos Mexicanos (Pemex) al tercer trimestre del 2023, la empresa tenía por cada peso de deuda financiera de corto plazo (con vencimiento menor a un año), solo 90 centavos de activos de corto plazo (líquidos) por lo que su solvencia de corto plazo está en mínimos históricos.

Hace diez años la misma relación era de 2.9 pesos de activos líquidos por cada peso de deuda financiera. Todavía en 2018 al inicio del sexenio la relación todavía era de dos a uno.

En números redondos, Pemex tuvo al tercer trimestre del 2022, una deuda financiera de corto plazo de 553,891 millones de pesos y sus activos circulantes fueron de apenas 496,476 millones de pesos.

Lo anterior empeoró al primer semestre del año pasado, la relación era de 93 centavos de activos líquidos por cada peso de deuda financiera de corto plazo, por lo que su solvencia (la capacidad para pagar sus deudas) está cada vez más expuesta.

El panorama es más desalentador cuando se considera la razón de activo circulante a pasivo circulante, pues por cada peso de compromisos de corto plazo, Pemex tiene apenas 45 centavos de activos circulantes, su segundo nivel más bajo en las últimas dos décadas. En cifras totales tenemos que Pemex acumula un billón 105,325 millones de pesos de pasivos contra 496,476 millones de pesos en activos.

Se necesita tomar decisiones realistas como prescindir de negocios que sólo generan pérdidas como las refinerías de las que sólo se puede decir que no funcionan pensando en un mercado donde cada costo puede hacer la diferencia, al igual que la petroquímica.

La refinación de petróleo crudo o la elaboración de petroquímicos podrían ser negocio, como son en el resto del mundo si se prescinde de costos que nada tienen que ver con el negocio petrolero como es la manutención de miles de trabajadores que bien podrían emplear su talento en otros negocios de la industria.

Pero a lo anterior se oponen las necesidades políticas de cada gobierno, que hacen distintos manejos del negocio de exploración y producción, olvidando que apuestan todo a un recurso no renovable que algún día se terminará.

En principio, Pemex cerró el pasado mes de diciembre con sus indicadores de producción más importantes por debajo de sus metas: en -5.5% en el caso de la producción de petróleo crudo y condensados, en -12% en la elaboración de los principales petrolíferos y en más de -38% en el caso del proceso de crudo en sus refinerías.

En esto cabe señalar que la refinería más eficiente de Pemex, es Deer Park, y no es porque se encuentre localizada en los Estados Unidos, sino porque se quedó con el esquema gerencial, laboral y administrativo que le heredó Shell.


Economista, Maestro en Finanzas, Consultor de Empresas